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El pasado 5 de febrero falleció en su domicilio de Beverly Hills el legendario actor Kirk Douglas a los 103 años edad, dejando un legado cinematográfico de más de 75 títulos, entre los que destacan Espartaco, Paths Of Glory o Lust for Life, además de una gran fortuna.
Estimada en 61 millones de dólares, su deseo es que la mayor parte del dinero fuera destinado a la Fundación Douglas, la organización benéfica creada por él y su mujer, Anne Douglas, en 1964.
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Tal y como ha desvelado Mirror, 50 millones de dólares de la herencia del actor irán a parar a esta organización que apoya, entre otras instituciones, a la Universidad de St. Lawrence, donde se formó el actor; al Templo Sinaí de Westwood, la congregación judía más antigua y más grande del estado de California; al Children's Hospital Los Ángeles, así como al Kirk Douglas Theatre de Culver City, una sala de cine en ruinas restaurada gracias a una donación suya.
Aunque no indican donde irán a parar los otros 11 millones de dólares restantes de los 61 totales, todo apunta que serán para la familia. Sin embargo, el citado medio asegura que su hijo más famoso, Michael Douglas, no verá ni un dólar de dicha herencia.
Cabe destacar que no le haría precisamente falta, ya que el patrimonio del marido de Catherine Zeta-Jones se estima en 300 millones de dólares, un factor que el protagonista de Espartaco habría tenido en cuenta a la hora de repartir su dinero.
La generosidad de Kirk Douglas fue destacada por su hijo Michael cuando se despidió de él en una carta abierta en las redes sociales.
"Para el mundo fue una leyenda, un actor de la edad dorada del cine, un ser caritativo cuyo compromiso con la justicia y las causas en la que creyó sentaron un estándar al que aspirar todos". Estas fueron las palabras que le dedicó el actor a su padre y con las que indicaría que está de acuerdo con la decisión que tomó con respecto a su herencia.
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