Un cubano ha denunciado que más de 250 mil residentes en los municipios habaneros de Marianao y La Lisa están siendo sometidos al humo tóxico resultante de la autocombustión del basurero de la Calle 100, conocido como "el Bote".
“Hoy el coronavirus se nombra con pánico y estremece al mundo. Pero, ¿qué pasa con el histórico basurero de Calle 100?”, se pregunta Victor Báez; quien precisa que la quema de basura genera “una niebla sofocante y fétida que provoca tos, sensación de asfixia y molestia en la vista; esto a largo plazo se traduce en afecciones respiratorias crónicas como neumonía, asma, bronquitis, cáncer de pulmón, etc.”, añade.
“Da igual hacia dónde te muevas, no importa cuánto cierres las ventanas o cuántos recursos tengas”, porque “estás siendo envenenado lentamente y no hay nada que puedas hacer contra eso. No hay sitio donde puedas esconderte, no hay nasobuco que te aparte de esto, no importa cuánto te laves las manos”, precisa.
“¿Cuántos hoteles más hay que construir para que se invierta en darle solución efectiva a este problema?”, se pregunta Báez, quien conjetura que si esos municipios estuvieran priorizados para el desarrollo del turismo, otra sería la historia.
El cubano denunciante considera apropiado que se multe a un ciudadano por botar basura fuera de un horario establecido, pero se pregunta "¿a quién multan por envenenar a más de un cuarto de millón de cubanos durante dos décadas? ¿De tantos proyectos de inversiones extranjeras que intenta atraer el país no habrá uno que le dé solución con inmediatez a este asunto? ¿Acaso hay algo más importante que la vida?”; y concluye, luego de su explicación: “¿Les asusta el Coronavirus?".
No es la primera vez que sale a la luz una denuncia similar, en octubre de 2019 otro internauta denunció -también a través de Facebook- que la "Quema diaria de basurero de 100. Humo nubla y contamina toda la zona".
El basurero de 100 es una mancha por varios motivos y no solo ecológicos. En septiembre de 2019, el grupo opositor cubano Frente de Acción Orlando Zapata denunció en sus redes sociales la creciente cantidad de personas que han convertido desde hace años el vertedero de la calle 100 en un medio de supervivencia. Un lugar hasta muchos se acercan en busca de desperdicios de las empresas y fábricas de la Habana.
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