La fábrica textil Carlos Simón, de Sancti Spíritus, fabrica 20,038 nasobucos para los centros sanitarios, como parte de los preparativos ante la posibilidad de la llegada del coronavirus a Cuba.
Estas mascarillas son diferentes a las habituales porque tienen "tres capas de tela que contribuyen a proteger de infecciones respiratorias existentes en el ambiente", especificó Liliana Figueroa Ferrer, jefa de brigada en la fábrica, al diario estatal Juventud Rebelde.
"El coronavirus no ha entrado a Cuba", dijo este lunes el primer ministro Manuel Marrero Marrero en el espacio de la televisión oficialista Mesa Redonda.
De momento la producción de nasobucos en la empresa estatal fue de 1,400 unidades este fin de semana y desde este lunes harán horas extras.
El primer viceministro cubano, Roberto Morales Ojeda, pidió a los médicos de la familia asesorar a la población en la elaboración de mascarillas e incentivar su uso ante esta epidemia o cualquier otro virus.
Los cubanos temen la propagación del COVID-19 en el país porque hay escasez de medicamentos, de jabones y de otros artículos necesarios para mantener la higiene.
En Cuba se analizaron más de 500 muestras de infecciones respiratorias agudas y todas dieron negativas al COVID-19, apuntó el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda.
El médico santiaguero Roberto Serrano alertó que "si entra acá esa enfermedad va a ser terrible".
El coronavirus está en más de 110 países y hay más de 114.000 casos positivo de esta enfermedad que sigue sin cura.
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