Lorena Aydée Téllez Delgado (24) es una de las mejores jugadoras de balonmano de la liga española, pero vive un momento agridulce porque sus éxitos deportivos con el equipo Cuba y el club asturiano Gijón la llenan de felicidad, en cambio, la penosa situación en que está su casa natal ensombrecen su alegría.
Pese a que España le propuso nacionalizarse en 2018, se negó porque quiere seguir jugando con el equipo Cuba, pero de poco le ha valido el amor a su patria, donde las autoridades deportivas siguen sin encontrar una solución para ayudarla a reconstruir y mejorar su casa, afectada por un ciclón.
De su vida deportiva, de Cuba, de España y de sus sueños, hablamos en esta entrevista, salpicada por el dolor que siente por las condiciones "infrahumanas" en las que vive su familia en su natal Santiago de Cuba, y adonde ella sueña con regresar a vivir cuando se jubile,n para crear una familia.
Lorena Téllez fue una de las balonmanistas que, jugando en ligas profesionales extranjeras, fue llamada al equipo Cuba, en 2018. Después de competir nuevamente por Cuba ¿no solicitaste ayuda para resolver los problemas de tu casa?
Claro que sí. Mi vivienda radica en Calle 5ta #13, entre 14 y Castillo Duanis, en el reparto Luis Damned; lo digo por si un santiaguero lee esto sepa de lo que hablo. Me acerqué a la Dirección Municipal de Deportes, en Santiago, y le escribí a la Provincia para ponerlos al tanto de mi situación.
Yo vivo en casa de mi abuela, herencia familiar; vivienda que ocupan en una mitad mi tía, en la otra mitad mi abuela, mi mamá, mi hermana con las dos niñas y yo.
Nuestra parte consta de dos cuartos muy pequeños y un baño. Cuándo voy, tengo que dormir en el piso encima de colchonetas en el pasillo porque no hay espacio, pero además todo se empapa.
¿Hay filtraciones, salideros, amenaza de derrumbe?
Hay de todo. Desde que pasó el huracán Sandy la casa empeoró y recibió la categoría de derrumbe parcial. En el INDER me dijeron que habían atletas con mejores resultados que los míos, en un largo listado de solicitud de vivienda.
Estoy de acuerdo que se tengan en cuenta los resultados pero pienso que también deberían atender y visitar a aquellos que tienen situaciones críticas. En mi caso, después de haber planteado mi situación, nadie ni siquiera se ha acercado a mi casa para ver cómo vive mi familia en realidad.
Incluso, quizás no haya para dar una vivienda pero que me faciliten materiales a precio de costo, sería otra forma de ayudar.
Pero quién es esta joven, Lorena Téllez, que vimos brillar por su Cuba en Barranquilla y en Lima. ¿Qué te parece si hacemos una pequeña retrospectiva?
Soy hija de Aida y Eulices, tengo una hermana Leydis María y mi pareja actual es Yanquiel Cruzata, quien también es balonmanista en Cuba.
Empiezo a practicar deportes en quinto grado cuando soy captada por un profesor de atletismo y así las cosas, en una carrera de maratón, el que sería mi primer entrenador de balonmano, Yacmel Jurquín, me convence de cambiar de deporte.
¿Conocías el balonmano?
Lo había visto pero desconocía su reglamento. Comencé a practicarlo y me encantó. En séptimo grado me hacen la captación para la EIDE Capitán Orestes Acosta, que fue mi casa por 4 años.
Allí fui entrenada por Adonis Vera y Raimel Reyes. En ese período tomé parte en todos los juegos Escolares y Juveniles, con resultados halagüeños. Guardo muy buenos recuerdos de esa época porque en ese entonces senté la base de mi status actual.
En octavo y noveno jugué las Ligas Élites Nacionales de mayores, las cuales fortalecieron mucho más mi carrera deportiva ya que me pude foguear dentro de un nivel alto y gracias a ello fui seleccionada para participar en un Campeonato Mundial, sub 21, que tuvo por sede a Kazajastán. Allí fuimos terceras.
En esa competencia enfrentamos al Congo, Groenlandia, Finlandia, Kazajastán y Angola; pasamos a la semifinal contra el Congo y perdimos el derecho a discutir el título. El bronce contra las anfitrionas en partido que ganamos por 2 goles. Yo jugué de suplente en el lateral derecho. Apenas tenía 14 años.
Este Mundial fue mi trampolín hacia la selección nacional. En el 2012, cursando el décimo, con 15 años me hacen la captación para el Cerro Pelado. Imagínate entrar yo, casi una niña, y poder entrenar junto a jugadoras experimentadas como Arasay Durán, Arinni Cuesta, Nadezza Valera, Caridad Vizcay, Yesenia Aldana, Zuleykis Gómez, entre otras.
Para mí aquello era algo grande; permanecí 2 años hasta que causé baja por indisciplina, tras regresar de una base de entrenamiento en Brasil.
¿Indisciplina?
Sí, bueno, yo era la más joven, me gustaba hacer trastadas, pero en el fondo, no me querían. Si me preguntas ¿por qué? no se.
Mi mamá viajó desde Santiago pero nada se podía hacer pues dieron la baja prácticamente cuando el tiempo de la apelación había caducado. ¡Un rollo! Pero además Cenobio Lorenzo Maturell, el director técnico entonces, le dijo que yo había descendido mi nivel, que no tenía condiciones y que jamás iba a jugar balonmano en Cuba. ¡Vaya, para que me aplastara!
Sin embargo, fue todo lo contrario. Regresé a Santiago y no me dejé vencer. Entrenaba con fuerza, yo sola, como podía y así me llegó una solicitud para jugar en la liga profesional portuguesa. Parece que me habían visto en mi estancia en Brasil.
Esperé a cumplir la mayoría de edad, los 18 años, y partí.
¿Nunca tuviste miedo de la aventura de jugar en ligas foráneas?
Pues no, si no me quieren los míos ¿ qué querías que hiciera? Yo sabía que jugaba bien, que tenía futuro. Así, en la temporada 2015-16, con 18 años, ya sin ser matrícula del Cerro Pelado, soy contratada en Portugal para jugar en el Madeira Sad, un equipo de primera división.
¿Te adaptaste bien?
Me costó un poco la adaptación pero sabía que tenía que salir adelante. Todo fue cuestión de tiempo además de aprender el idioma portugués que no es muy difícil para nosotros, aunque no es el Español .
Aún con esos inicios un poco difíciles, lejos de mi casa, de mi familia, amigos y compañeras, el Madera Sad, con mi ayuda, ganó la Liga profesional de balonmano (f) al terminar la temporada.
De ahí me trasladaron para Lisboa a jugar en el Marinha Grande, también de primera división, dónde jugué otra temporada con el Sir 1ro de Maio. En este tuve un gran desempeño quedando como líder anotadora de la Liga, segundo lugar del campeonato y clasificadas para las competiciones europeas.
Después de Portugal ¿hacia dónde te encaminaste?
En la temporada 2017 - 2018, fui contratada por un club español, el Liberbank Gijón de primera división, en el cual me encuentro actualmente. En estos tres años he desempeñado un importante rol: Fuimos Campeonas de la Copa de la Reina y yo, sublíder como máximo anotadora.
Actualmente nos mantenemos entre los primeros lugares de la tabla de posiciones, luchando por la cima.
¿Te han propuesto jugar por España?
Sí. En abril del 2018 me propusieron nacionalizarme para poder ser convocada directamente por la Selección Española.
¿Y?
Me negué. Yo soñaba con algún día volver a representar a mi patria, y mi quimera se dio. En el 2018 participé en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde obtuvimos el bronce.
En Barranquilla jugamos cuatro muchachitas: Yunisleidis Camejo, Lisandra Lusón, Aylín Martínez y yo, todas de clubes hispanos. En el 2019 ganamos el NORCECA en México, con lo que clasificamos para el Mundial de ese año en Tokio. En la capital nipona mejoramos el resultado del anterior certamen del orbe. En esas competencias se sumaron Naomi Márquez (que juega en Italia) y Eyatne Rizo (en Francia).
Y en el propio 2019 quedamos terceras en los Panamericanos de Lima, Perú obteniendo un muy meritorio tercer lugar siendo uno de los dos deportes colectivos que obtuvieron medallas en esos juegos.
¿Cómo fueron ustedes llamadas a filas?
El presidente de la Federación Cubana de Balonmano, Franklin Guevara, mandó a mi club la convocatoria, que fue aceptada. Eso es algo tan común. En cuanto a mí, lo disfruté muchísimo. Era mi sueño: Jugar con el CUBA en el pecho; y actualmente continúo en la mayor disposición de representar a mi selección cuando sea llamada a filas.
¿Qué experimenta un deportista cubano cuando puede representar sus colores?
Desde el punto de vista deportivo es muy bueno ya que el atleta que tiene la posibilidad de jugar en una liga foránea, por ejemplo las europeas que son tan fuertes, crece, adquiere mucho nivel por el sistema competitivo.
En mi caso, cantar el himno, ver tu bandera, estar en el podio, dejar la piel en la cancha, es algo grande, bonito. Son sentimientos encontrados porque aunque defiendas un club extranjero, tu orgullo máximo es tu Patria.
¿Cómo calificas tú el certamen ibérico del balonmano (f)?
En España existen tres divisiones, entre ellas la división de honor que es en la que juego actualmente, su nivel es muy alto. Se juega con un ritmo más dinámico, más rápido y es más de cabeza y de inteligencia que fuerza; es un juego combinativo, de muchas variantes, de 30 a 40 según el rival.
¿Y qué me dices del desempeño de la selección cubana?
Se juega más “al machete” como decimos allá, el juego es más posicional de uno contra uno porque las cubanas poseemos muy buenos físicos. Y es que las jugadoras se preparan físicamente un año entero para las competencias y aquí solo entrenamos un mes para un año de competencia sin parar; eso marca la diferencia. Cuba, muchas veces, va sin apenas fogueo a los eventos.
¿Qué posición juegas?
Yo soy lateral derecho ya que soy zurda; me caracterizo por ser una jugadora fuerte y muy ofensiva.
¿Qué características debe tener un buen jugador de balonmano?
Inteligencia, poseer un buen físico, tener una buena visión periférica y jugar para el colectivo.
Tus sueños.
Mi sueño es, después de concluir mi carrera como jugadora, vivir en mi Santiago, el lugar donde nací y crecí y donde me inicié como atleta. Mi sueño es tener mi casa con mi mamá, mi novio y así construir mi familia, tener mis hijos.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: