La Embajada de Cuba en Estados Unidos anunció que quedan suspendidos todos los servicios consulares presenciales en la Oficina Consular de la Isla en Washington DC.
A través de un comunicado explicaron que esta decisión se debe a la "situación epidemiológica" que está produciendo en el territorio estadounidense a causa de la propagación del coronavirus.
"Quedan suspendidos todos los servicios consulares presenciales en la Oficina Consular de Cuba en Washington DC. Nuestra sede consular continuará ofreciendo los trámites de forma no presencial, a través del correo postal, o de las agencias con las que nuestro Consulado tiene contrato establecido", rezó el mensaje publicado en Facebook.
En el post también detallaron que la medida estará vigente "hasta nuevo aviso", al mismo tiempo que informaron que si un ciudadano cubano necesita de asistencia consular de emergencia, debe acudir al correo electrónico: consul5@usadc.embacuba.cu.
"Ante la presencia del COVID-19 en Estados Unidos, se reitera a la comunidad cubana residente en este país cumplir estrictamente las instrucciones y recomendaciones brindadas por las autoridades sanitarias, así como la necesidad de mantenerse informada, a través de las fuentes oficiales y las vías de comunicación de la Embajada y el Consulado de Cuba (sitio web y redes sociales)", añadieron.
El pasado 13 de marzo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró oficialmente la emergencia nacional ante la expansión del coronavirus con el propósito de liberar $50.000 millones de dólares destinados a enfrentar la epidemia y facilitar un plan masivo de pruebas expeditas a la población estadounidense.
La declaración presidencial permite el acceso inmediato de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) a los recursos del Fondo de Ayuda para Desastres, con el fin de viabilizar operaciones de emergencia en todos los estados de la nación, facilitar la labor de urgencia en los hospitales y posibilitar la máxima flexibilidad a los organismos gubernamentales y entidades de salud para atender las necesidades de los pacientes.
La declaración de emergencia implica la opción de invocar la llamada ley Stafford, que le otorga potestad para acceder a fondos y atribuciones adicionales con cierta autonomía.
La emergencia concede máxima flexibilidad a la Secretaría de Salud para responder a las necesidades de los pacientes y poner en práctica gestiones de atención médica en lugares críticos, contratar personal médico adicional y optar por asistencia de telemedicina para evitar el colapso de las instituciones hospitalarias.
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