El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a restar importancia al impacto del coronavirus, y afirmó que el ciudadano brasileño “no se contagia” y que es capaz de “bucear en una alcantarilla, salir y no pasa nada”.
Pese a que las propias autoridades sanitarias del país sudamericano alertaron que los próximos “30 días van a ser muy difíciles”, el mandatario no se decide a decretar la cuarentena obligatoria como medida fundamental para evitar que el número de contagios siga incrementándose.
“La cuarentena tiene que comenzar por la propia familia, el brasileño tiene que aprender a cuidar de sí mismo”, dijo Bolsonaro esta semana.
Expertos sanitarios y epidemiólogos del gigante latinoamericano dijeron esta semana que “probablemente” la nación se encuentra en “una fase crítica” de la pandemia.
Brasil ha reportado hasta este viernes casi 3 500 casos positivos, de los cuales 92 han fallecido, según datos del Ministerio de Salud.
No obstante, para el líder de la ultra derecha el coronavirus es comparable a una “gripecita”, y aseguró que el alcance de la pandemia no llegará a niveles tan altos como los que ya muestra Estados Unidos.
“Creo que no va a llegar a ese punto. El brasileño tiene que ser estudiado. Él no se contagia. Le puede ver saltar a una alcantarilla, bucear, ¿verdad? Y nunca le pasa nada. Yo creo que hay mucha gente que ya se ha contagiado en Brasil y ya tienen los anticuerpos que ayudan a que no siga proliferando”, recalcó, citado por la agencia Europa Press.
A pesar de sus planteamientos, muchos gobernadores de los 27 estados de Brasil anunciaron que seguirán los consejos de la Organización Mundial de la Salud, que recomiendan el aislamiento absoluto como forma más eficaz de prevenir el contagio, según informó EFE.
Varios de ellos han restringido las actividades económicas y la circulación de personas, mientras el presidente aboga por que los “empleos tienen que ser mantenidos” y los “ingresos de las familias tienen que ser preservados”.
El pasado 13 de marzo Bolsonaro compareció ante los medios de comunicación usando una mascarilla, para pedir a los ciudadanos que no acudieran a las protestas que se habían convocado a favor de su gobierno.
“Estoy usando máscara porque en el viaje reciente a Estados Unidos una de las personas que vino conmigo en el vuelo, cuando se bajó en Sao Paulo se hizo los exámenes habituales y dio positivo por coronavirus”, explicó en aquella ocasión.
Horas antes el dirigente había sido examinado para saber si tenía la enfermedad y estaba a la espera de los resultados. Finalmente dio negativo en el test.
El líder brasileño fue evaluado después de que su secretario de Comunicaciones, Fabio Wajngarten, fuera diagnosticado con coronavirus tras un viaje a Florida, donde ambos se reunieron con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
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