Los cubanos siguen soportando colas multitudinarias para comprar alimentos y artículos de aseo, en medio de la epidemia de coronavirus, como muestran imágenes enviadas en exclusiva a CiberCuba
Las instantáneas corresponden, al Centro Comercial Carlos III y una tienda de la calle Zanja, según el remitente, que pidió no ser identificado.
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Sin respetar el mínimo de distancia de un metro entre cada persona, muchos sin usar la mascarilla o nasobuco, sin guantes y expuestos a la intemperie, los habaneros que soportan largas colas, se exponen al peligro potencial que representa el contagio del COVID-19, por no poder cumplir las normas de aislamiento social recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.
Aunque el gobierno cubano pide evitar aglomeraciones, apelando a la disciplina individual, muchos cubanos deben salir a comprar alimentos y artículos de aseo, en tiendas y mercados, con una oferta inferior a las necesidades de los ciudadanos.
Las autoridades de la isla racionaron diferentes productos, entre ellos el pollo, aumentando una libra por persona, pero a precio de mercado y no subsidiado.
"Hemos identificado las ventas de pollo como el causante principal de las inmensas colas, de concentraciones largas de personas, lo cual se contradice con las recomendaciones que se han dado hasta ahora", reconoció el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz.
Con el fin de evitar colas y posibilitar que las personas tengan acceso a mayor disponibilidades de alimentos, el gobierno anunció que destinarán recursos asignados a turismo y escuelas -cerrados por coronavirus- para la venta en la red de comercio a la población y la venta de comida a domicilio, desde hoteles y restaurantes privados.
El propietario de un pequeño restaurante en El Cotorro, este de La Habana, decidió regalar un plato de comida diario a personas empobrecidas de su barrio, especialmente mayores y enfermos crónicos.
El hotel Iberostar Parque Central, de la capital cubana, anunció la venta de diferentes combos de alimentos a precios que superan los 30 CUC. Esta "novedad" no fue acogida con agrado por los cubanos, quienes vieron abusivos los precios implantados a productos de primera necesidad como lo son los alimentos.
En días recientes se recibió desde Cuba la denuncia de las colas que tienen lugar en otros territorios. Provincias como Camagüey y Las Tunas muestran también la aglomeración de personas que necesitan adquirir no solo pollo, sino otros productos como arroz, aceite y leche.
Desde la centroriental provincia agramontina se supo, además, que las colas también se producían ante oficinas de ETECSA, que decidió este viernes exonerar de pagos y extender la vigencia de contratos hasta fines de abril para evitar que los clientes deban acudir a sus tiendas y bancos.
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