El líder del partido Somos + Eliécer Ávila y el comunicador cubanoamericano Edmundo García debatieron en la red social YouTube sobre aspectos de la actualidad política cubana. El diálogo tuvo una duración de aproximadamente 1 hora y un desagradable desenlace.
Los temas estaban centrados en las demandas políticas del Movimiento Somos+ al gobierno cubano, el embargo de Estados Unidos a la isla y las iniciativas del partido de Eliécer para revertir los problemas sociales en Cuba.
El debate fue difícil desde el primer momento, pues Edmundo no paraba de interrumpir el discurso del líder de Somos+, quien aunque se esforzó por mantener un hilo coherente de la conversación, sucumbió a las interrupciones.
“Cuba ha ido adecuando cosas y sin embargo el nivel de agresión no baja”, aseguró Edmundo en un momento en que Eliécer intentaba explicar la importancia de la participación de la oposición en los medios de comunicación castristas para legitimar demandas de la comunidad cubana en el exterior.
Ante la aseveración de su interlocutor, Eliécer aseguró que en el período de Obama hubo una gran apertura del gobierno norteamericano para desarrollar negocios con Cuba y ejemplificó como todos los intentos dieron al traste (la producción de los tractores Oggún, la compra de café a los campesinos, entre otros) a causa de los pretextos de la burocracia cubana.
Edmundo desvió el tema con ofensas e impuso un nuevo asunto: el tráfico del canal de YouTube del presidente de Somos + en tiempos de coronavirus.
Edmundo acusó a Eliécer de estar “comprando views y cometiendo fraudes” para su canal de YouTube, pues no es posible que tenga más visitas que el suyo, que tiene un “mejor producto comunicativo”.
“Hablar, usar las manos e interrumpir es americano”, aseguró Edmundo. Mientras Eliécer le hizo un llamado de atención y en tono muy cubano le recordó que “en El Yarey, los guajiros no hacen manoteos, porque tiene otros significados”.
“Todos los comunistas son iguales, de la boca pa’ afuera y los oídos cerrados”, dijo Eliécer mientras intentaba demostrar a la audiencia que no ha invertido un centavo en las acusaciones que recibía de su interlocutor.
“Eliécer tú tienes un discurso manido, gastado y repetitivo. ¿Cómo tu saltas de 400 a 3 mil views?”, le inquirió Edmundo.
“Usted es un tipo más que puede tener la opinión que quiera, pero sin ofender”, le respondió Eliécer y puso un nuevo tema en discusión: “¿qué te parece hablar del bloqueo interno?”.
La respuesta de Edmundo fue una vez más ofensiva. “El bloqueo interno es una falsa tuya. Un tema que demuestra tu supina ignorancia. ¿Qué es el bloqueo interno?” se preguntó a sí mismo y comenzó a relatar programas sociales de los últimos 60 años en la isla.
“El hecho de que Cuba tenga programas sociales no contradice que tenga un bloqueo interno. Si tuviéramos un sector productivo eficaz podríamos donar más impuestos y los programas sociales en salud y educación serían mejores. Sobre todo, ahora que los hospitales están por el suelo”, respondió el de Somos +.
“Edmundo ¿tú tienes una prueba de ese financiamiento que dices que yo he recibido?”, le preguntó Eliécer, incitando al comunicador a hacerla pública durante esa directa. Sin embargo, Edmundo volvió a retirarse del ruedo utilizando la misma estrategia ofensiva.
“Tus respuestas parecen de kindergarden político Eliécer. Me cuesta trabajo bajar ahí” aseguró Edmundo y volvió a su trifulca ofensiva contra su interlocutor e invitó al joven político a estudiar a Noam Chomsky, a Martí y a Varela.
“Qué vergüenza le da a la gente apoyarte Edmundo” fueron las palabras de Eliécer Ávila para cerrar el debate.
La conclusión del líder de Somos + es que ningún comunista se diferencia. “Ellos no creen en los cubanos, no creen en el pueblo de Cuba. Sigo con mi política, abierta al mundo, pero nacionalista en esencia” concluyó.
El debate fue transmitido en directo este fin de semana por el canal de YouTube de Eliécer Ávila. Los usuarios criticaron al líder de Somos + la posición respetuosa que mantuvo con Edmundo, al que consideraron “ridículo” y un “andrajo humano” que no merece atención ninguna.
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