La alcaldesa Lori Lightfoot firmó una orden ejecutiva para garantizar que los inmigrantes y refugiados en Chicago puedan acceder a todas las ayudas de ese estado por la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el documento, los inmigrantes y refugiados en Chicago podrán recibir todos los beneficios relacionados con la COVID-19 que disponga la ciudad, independientemente de su condición de ciudadanía.
La medida los incluye como beneficiarios de los programas que la ciudad ofrece a los residentes y las empresas afectadas por la pandemia; tales como:
1- COVID-19 Subsidios de asistencia para vivienda, un fondo de $2 millones de dólares para proporcionar subsidios de $1 000 destinados a pagos de alquiler o hipoteca para residentes de bajos ingresos.
2- Recursos de aprendizaje de enriquecimiento en línea, que incluyen más de 100 000 dispositivos para familias que carecen de acceso a la tecnología para el aprendizaje remoto mientras las Escuelas Públicas de Chicago están cerradas debido a la pandemia.
3- Un Fondo de Resiliencia para Pequeñas Empresas de $100 millones, para proporcionar préstamos a bajo interés a las empresas más afectadas por la pandemia de COVID-19.
Lightfoot dijo que respaldará a las comunidades de inmigrantes y refugiados porque estas, colectivamente, pagan miles de millones de dólares en impuestos y constituyen el corazón y el alma de la economía de servicios: "los que nos mantienen seguros, los que nos alimentan, y proporcionan refugio para nosotros en todas las industrias", subrayó.
"Desde que el COVID-19 llegó por primera vez a las puertas de nuestra ciudad, hemos estado trabajando las 24 horas para garantizar que todos nuestros residentes estén seguros y apoyados, incluidas nuestras comunidades de inmigrantes y refugiados, que se encuentran entre las más vulnerables al impacto de esta pandemia", insistió.
Sin embargo, los inmigrantes y refugiados no podrán recibir los cheques de estímulo aprobados por el Congreso en el proyecto de Ley de alivio de coronavirus, que contempla $2 billones de dólares.
Al respecto, la alcaldesa criticó al Congreso estadounidense por haberlos excluido de sus planes de ayuda. "Mientras el gobierno federal intentaba todo bajo el sol para estigmatizarlos y asustarlos en las sombras, Chicago se puso de pie y se defendió. Molestamos a algunas personas, pero lo hicimos porque realmente era la única opción moral", expresó.
Asimismo, aseguró que ninguna información personal proporcionada por los inmigrantes para acceder a la ayuda será almacenada en una base de datos, ni se compartirá con ninguna agencia federal.
Lightfoot afirmó, además, que pronto publicarán un análisis sobre el impacto del COVID-19 en el presupuesto de la ciudad, pero que en ningún caso se contemplan despidos, recorte de servicios o aumentos de impuestos para compensar la pérdida de ingresos fiscales.
"Lo peor que podemos hacer cuando atravesamos este tipo de lucha es recortar los servicios de la ciudad, recortar a los trabajadores de la ciudad y sacar a la gente a la calle", explicó.
Chicago ha sido una de las entidades federales más afectadas por la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, país que reportó este miércoles más de 400 mil contagios y casi 13 000 decesos por la enfermedad.
La decisión de la alcaldesa de la ciudad de Chicago, que tiene 2.7 millones de residentes, ahora presiona a otras ciudades como Nueva York, con 8.55 millones de habitantes, y donde muchos se preguntan si sus autoridades imitarán la iniciativa de Lightfoot en cuanto al apoyo económico para una de las poblaciones más vulnerables.
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