El presidente Donald Trump afirmó que sintió el terror más grande de su vida cuando su equipo de gobierno le informó que en Estados Unidos no habían suficientes respiradores artificiales para atender la emergencia del coronavirus.
"El día más aterrador de mi vida fue hace un mes cuando después de una larga jornada de reuniones, mi equipo me dijo que se necesitaban 130 000 respiradores que nos faltaban. Cientos de miles de respiradores", expresó.
En conferencia de prensa el martes, el mandatario dijo que era consciente de que cada persona con coronavirus que necesitara un respirador y no lo encontrara, moriría. "Eso es lo que nos dijeron. Morirían. Vi otros países, médicos que tenían que tomar decisiones sobre quiénes recibían un respirador y quiénes no. Sabía que esto sería un desafío definitorio de la crisis".
Asimismo, recordó que los países que no tenían respiradores estaban en posición de una sola alternativa y esa era la muerte. "¿Seríamos capaces de evitar que los estadounidenses murieran porque no podíamos conseguirles respiradores? ¿Los ventiladores que necesitaban? Los necesitaban inmediatamente", aseguró.
Según su testimonio, el mandatario ordenó a su equipo mover "cielo y tierra" para asegurarse de que esto no sucediera. "Empezamos a racionar y distribuir los respiradores que nosotros y otros tenían. Recibí actualizaciones diarias del suministro que teníamos de las solicitudes que llegaban", detalló.
Trump dijo en el encuentro con los periodistas que de inmediato se lanzó un plan de producción de respiradores en conjunción con la empresa privada, para asegurar al país más de 200 000 equipos.
"Debido a nuestra acción temprana y agresiva, la habilidad de nuestros trabajadores de la salud y la resistencia de nuestro sistema de atención médica, ningún hospital en EE.UU. se ha visto obligado a negar a ningún paciente el acceso a un ventilador", expresó.
"Instruí a mi equipo para usar el acto de producción de la defensa. La ley de producción de la defensa se usó con mucha fuerza. Más poderosamente de lo que nadie sabría. Era un martillo muy poderoso para poder fabricar tantos ventiladores como fuera posible".
Trump también subrayó que el año pasado EE.UU. fabricó 30 000 de estos equipos, pero en 2020 el número será de más de 150 000 ventiladores. "Podría llegar hasta 200 000. Mucho más de lo que necesitaremos. Seremos capaces de almacenar. Podremos hablar con los estados sobre el almacenamiento", apuntó.
Aseguró, además, que la producción se centrará en respiradores de alta calidad, y dijo que en la reserva federal hay actualmente 10 000 respiradores.
Estados Unidos se convirtió a finales de marzo en el centro de la pandemia mundial de coronavirus, enfermedad que ha causado en las últimas 24 horas 2 410 muertos en ese país, según la última actualización de los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.
Actualmente hay un total de 26.059 fallecidos, frente el acumulado de 23.649 que se dio a conocer el martes. En el territorio estadounidense el número de casos confirmados se eleva a 609 685.
El estado de Nueva York sigue siendo el más golpeado por la COVID-19, aunque el martes el número total de personas hospitalizadas cayó por primera vez desde el inicio del brote de coronavirus, una señal más de que el estado podría estar en la cúspide de su crisis, según explicó el gobernador Andrew Cuomo.
En medio de esa crisis que ha puesto en jaque la mayor economía del mundo, el pasado 1 de abril Trump tuvo que reconocer que la reserva de los equipos que utilizan médicos y enfermeras para protegerse del coronavirus así como de ventiladores artificiales estaba prácticamente agotada.
Ese día no solo se refirió al déficit de los equipos de respiración, sino a la escasez de suministros médicos de protección, como máscaras o nasobucos, batas y guantes para doctores, enfermeras y socorristas.
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