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Millones de personas podrían carecer de productos alimenticios en Estados Unidos, por la crisis que ha desatado el coronavirus. Los bancos de alimentos están experimentando una demanda que es insostenible.
Aunque parece inconcebible que alguien en Estados Unidos pueda pasar hambre, organizaciones como Feeding America aseguran que hay una mala distribución de los alimentos y que se desperdicia mucha comida. Esto si se suma a la crisis económica por el desempleo puede ocasionar hambruna en familias estadounidenses.
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Muchas personas han perdido sus empleos en todo el mundo. Particularmente en Estados Unidos se estima que en las últimas 4 semanas han quedo desempleados alrededor de 22 millones de personas, lo que tendrá una repercusión inmediata en su alimentación.
Feeding America, es la organización nacional que vincula los bancos de alimentos de Estados Unidos. Según CBS News, sus cálculos indican que necesitará $ 1.4 mil millones adicionales para satisfacer las crecientes demandas de alimentos que se avecinan en los próximos meses.
Uno de los sectores más afectados en la economía estadounidense es el turismo y supondrá un reto mayor en algunas regiones del país, como Nueva Orleans, donde desde que empezó la crisis los bancos de alimentos han atendido a más de 2,500 familias por día.
Estados Unidos es actualmente el foco principal del coronavirus a escala mundial. Sus estadísticas oficiales confirman más de 23 mil fallecidos por esta causa.
Aunque el estado de Nueva York continúa siendo el epicentro de la epidemia, otras regiones se están viendo afectadas directa e indirectamente en esta crisis sanitaria y humana.
La economía estadounidense se desploma tras las medidas que han tenido que acometer para frenar la propagación del virus. La Casa Blanca comenzó a divulgar guías para ayudar a los estados a decidir cuándo levantar los confinamientos y readmitir que abran algunas empresas.
Donald Trump presentó su plan para reactivar la economía pero aunque asegura que el crecimiento se dispara como un cohete, le salen al paso algunos escépticos.
En un intento por calmar los ánimos Trump aseguró que abrirán unos estados más pronto que otros y con esto se desmarcó de su postura el pasado lunes en que hablaba de "autoridad absoluta" para hacer cumplir las decisiones venideras en torno a la reanimación económica.
Las normativas de distancia social recomendadas por el gobierno federal estadounidense terminan este 30 de abril y teniendo en cuenta el punto crítico alcanzado y las posiciones de la Casa Blanca más recientes se espera que no se prolonguen por más tiempo.
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