El condado de Miami-Dade se ha convertido en el epicentro de la pandemia del coronavirus en Florida, con 9.460 personas infectadas de los 26.660 casos que reporta el estado hasta el momento.
Le siguen Broward, con 4.038 pacientes positivos, Palm Beach con 2.209, Orange con 1.204 y Hillsborough con 971.
El Departamento de Salud de Florida informó 346 nuevos infectados y 15 fallecimientos adicionales en las últimas horas, para una cifra total de 789 decesos en el estado. De ellos, 215 pertenecen a Miami-Dade.
Hasta el domingo en la noche la ciudad de Miami era la de mayor número de casos en el condado, con 5.646 , seguida por Hialeah con 1.192 y Miami Beach con 636. En Broward las ciudades con más pacientes son Hollywood, con 1.088 y Fort Lauderdale con 904.
La autoridades sanitarias dijeron que han administrado más de 262.000 pruebas de coronavirus en toda la Florida, de ellas un 10.2 por ciento dieron positivas.
La pasada semana el Instituto de Medición y Evaluación de Salud (IHME por sus siglas en inglés) hizo un cambio en su modelo de pronóstico para Florida. Según la nueva previsión, el estado reportaría hasta el 4 de agosto unos 1.363 fallecimientos por coronavirus, una cifra mucho menor a los 4.748 que calcularon días anteriores.
El modelo también dice que el estado ya superó su número máximo de muertes por día, así como el mayor uso de recursos hospitalarios.
Este fin de semana el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, dijo que el estado se preparaba para una posible reapertura de la economía.
“Creo que estamos en condiciones de regresar al trabajo gradualmente con la esperanza de resolver los daños económicos actuales", comentó.
“Además de los problemas económicos, está la angustia emocional al no saber lo que está pasando y cuando vendrá el dinero”, recalcó.
No obstante, el gobernador aclaró que las escuelas continuarían cerradas hasta finalizar el curso escolar y no hasta el 4 de mayo como se había previsto con el objetivo de evitar las propagación del virus.
Asimismo, precisó que las autoridades estaban monitoreando a los viajeros procedentes de Nueva York y Nueva Orleans, quienes deben pasar 14 días en cuarentena hasta asegurarse de que no portan la enfermedad.
También trabajan con hospitales y hogares de ancianos para velar por la seguridad de los adultos mayores, uno de los grupos más vulnerables a la pandemia.
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