La orden del Donald Trump para suspender temporalmente la inmigración hacia Estados Unidos afectará desde este jueves a todos los extranjeros que no tengan un visado válido para acceder al país, aunque no limitará a los solicitantes de asilo político o protección como refugiados bajo las leyes estadounidenses.
Trump firmó finalmente este miércoles el decreto ejecutivo que cierra las puertas a la inmigración por 60 días ante la crisis del coronavirus. El anuncio lo hizo durante la sesión informativa de la tarde en la Casa Blanca junto a representantes de su administración, pero el documento no se conoció hasta horas después.
“Para proteger a nuestros valiosos trabajadores estadounidenses, acabo de firmar una orden ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración hacia Estados Unidos”, dijo Trump.
La medida entrará en vigor la medianoche de este jueves, exactamente a las 11:59 p.m. La suspensión de otorgar residencia permanente (la llamada green card) no se aplicará a los extranjeros que busquen radicarse en Estados Unidos como médicos, enfermeros o profesionales de la salud, ni a aquellos inmigrantes que vengan a realizar investigaciones científicas destinadas a combatir la propagación de COVID-19.
Tampoco serán afectadas las personas que soliciten un visado para entrar a Estados Unidos de conformidad con el Programa de Inversionistas Inmigrantes (EB-5).
De hecho, la llamada "pausa de la inmigración" dejará intactos a miles de visados temporales de trabajo y comprende una larga lista de exenciones para los jornaleros agrícolas, los cónyuges e hijos menores de los ciudadanos estadounidenses, y los miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y sus familiares cercanos.
Ningún residente permanente de Estados Unidos será perjudicado con la restricción.
La proclamación extenderá su vigencia hasta junio, pero podrá ser reactivada si se considera necesaria en virtud de los intereses nacionales de Estados Unidos.
"Cuando sea apropiado, pero no más tarde de 50 días a partir de la fecha de entrada en vigor de esta proclamación, el Secretario de Seguridad Nacional, en consulta con el Secretario de Estado y el Secretario de Trabajo, recomendará si debo continuar o modificar esta proclamación", escribió Trump en su proclama.
Sin enbargo, una cláusula de documento señala que en un plazo de 30 días de la vigencia de la proclamación, el Secretario de Trabajo y el Secretario de Seguridad Nacional, en consulta con el Secretario de Estado, revisarán los programas de no inmigrante y recomendarán al presidente otras medidas apropiadas para estimular la economía de Estados Unidos y asegurar el establecimiento de prioridades para los trabajadores estadounidenses.
El presidente había adelantado la implementación de esta orden ejecutiva la noche del lunes, luego de terminada su habitual presentación cotidiana en la Casa Blanca para informar sobre la situación del coronavirus en el país.
Trump no descartó desde el anuncio que podría examinar medidas adicionales relacionadas con la inmigración para proteger a los trabajadores de Estados Unidos, y ayudar a la preservación de recursos médicos vitales para la población y a la solvencia del sistema de salud del país.
El texto de la orden ejecutiva recuerda que la pandemia ha causado la pérdida de empleo a 22 millones de estadounidenses y considera que Estados Unidos se enfrenta a una recuperación económica potencialmente prolongada, con previsiones de que la oferta de mano de obra superará la demanda de trabajo.
"Además, la introducción de residentes permanentes adicionales cuando nuestros recursos de atención médica son limitados pone presión sobre los límites de nuestro sistema de atención médica en un momento en que tenemos que dar prioridad a los estadounidenses y a la población inmigrante existente", indica el documento.
Texto completo en español de la orden ejecutiva emitida por el presidente Trump
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