El desarrollo de una versión propia del antiviral Kaletra para combatir el coronavirus, superó la fase inicial de pruebas en Cuba. El objetivo es eliminar la importación y garantizar un suministro estable del medicamento en la isla.
El antiviral Kaletra, es un fármaco que se utiliza para tratar el VIH-Sida en el mundo y algunos países lo emplean en pacientes de coronavirus, con resultados positivos.
El prototipo cubano del fármaco combina lopinavir y ritonavir, tal como ocurre con el producto líder según EFE. La versión cubana se encuentra aún en fase de desarrollo. Las primeras pruebas realizada por los laboratorios estatales MedSol fueron satisfactorias.
Adalberto Izquierdo, jefe del grupo de investigación y desarrollo de la empresa Novatec, perteneciente a MedSol aseguró a medios de prensa cubanos que se elaboraron tres lotes piloto del medicamento, se realizó el análisis físico químico y ahora corresponde la comparación con el producto líder.
Si Cuba llegara a tener la capacidad para producir esta versión propia del antiviral Kaletra de modo exitoso, significaría una importante reducción de importaciones y un suministro estable para pacientes de diversas patologías.
El Estado cubano debe superar varios procesos para conseguir la meta de producción industrial del fármaco. Entre otras cuestiones, Cuba carece de la máquina de calentamiento que fusiona los dos principios activos del antiviral.
El antiviral Kaletra (nombre comercial) que se reconoce como producto líder se produce en Estados Unidos, por la farmacéutica AbbVie Inc. Está compuesto por una combinación de lopinavir y ritonavir, usados con éxito en el tratamiento del VIH-Sida.
Tiene efectos adversos, como las molestias digestivas y las diarreas. Sin embargo, ha demostrado efectividad en diferentes estudios científicos. Quienes pretendan reproducirlo deben cumplir especificaciones de calidad del producto líder.
Científicamente no se ha probado ningún medicamento capaz de curar o evitar el contagio por coronavirus en el mundo, a pesar de que se usen diferentes fármacos con el objetivo de mejorar el estado de salud de los pacientes, entre los cuales Kaletra es uno de los más utilizados.
En este sentido Cuba produce el antiviral Interferón Alfa 2B, un medicamento que al inicio de la pandemia fue usado por China y desarrollado en los laboratorios de la empresa mixta Changhun Heber Biological Technology, con asistencia cubana.
El grupo estatal de medicamentos BioCubaFarma asegura tener un stock suficiente del antirretroviral para cubrir la demanda dentro y fuera del país.
La industria de la biotecnología cubana también se encuentra en la carrera por encontrar una vacuna contra el coronavirus. El proyecto más desarrollado en la isla pertenece al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
La institución asegura que cuentan con un diseño de vacuna que pudiera utilizarse contra el nuevo coronavirus y dicho proyecto está en proceso de evaluación por el gobierno chino para un trabajo conjunto.
El sistema de salud pública cubano comenzó a aplicar también otros tratamientos a la población para prevenir el coronavirus que se basan en la homeopatía. Entre ellos se encuentra el PrevengHo-Vir.
La terapia está dirigida a los grupos más vulnerables ante la epidemia en la isla. Lo paradójico es que se impulsa a pesar de que este tipo de tratamientos no tienen base científica demostrable.
La efectividad de los tratamientos homeopáticos es cuestionada a escala mundial. La comunidad científica internacional considera estas terapias como pseudociencias y en muchos países están prohibidas por la ley.
El pueblo cubano sufre un desabastecimiento crónico de medicamentos, incluso de los más elementales, como aspirina, dipirona, paracetamol y otros, debido a una obsoleta e inestable industria farmacéutica. Este es una de las cuestiones que más preocupa a la población cubana y que menos refleja la prensa nacional.
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