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Hombre cabal, el Gran Maestro Lázaro Bruzón no tardó en cumplir el compromiso contraído anoche, relativo a un análisis para este sitio web de la primera edición de la Copa Cuba de Ajedrez Online, concluida recientemente con el triunfo del estelar Leinier Domínguez.
En opinión del tunero, “el torneo fue una gran idea, especialmente en estos momentos difíciles con la situación del coronavirus. El ajedrez tiene esta posibilidad de practicarse constantemente online, y el concepto de unir a todos los jugadores cubanos en un evento me parece productivo, a pesar de que no fue un certamen del todo oficial”.
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Inicialmente, Bruzón había declinado su participación debido a las exigencias de la Carrera de Finanzas que ahora cursa en Estados Unidos.
“No quería jugar si no podía prepararme al máximo –explicó. Luego cambié de opinión y simplemente decidí que valía la pena intentarlo. Un aspecto importante fue la inclusión de Leinier, que en un gesto muy positivo accedió a intervenir pese a tener varios compromisos que atender”.
Acerca del nivel del torneo, el seis veces campeón nacional lo consideró “bastante alto. La característica del ajedrez rápido y online es que influyen varios elementos además del aspecto técnico del propio ajedrez. Es decir, necesitas buena conexión, un buen mouse y mucha práctica diaria para poder estar a un buen nivel, pues se trata de un ‘ajedrez de reflejos’, como yo lo llamo. Esto último resulta más fácil para los jóvenes, a ellos les atrae más y pasan horas delante del ordenador jugando partidas blitz”.
Interrogado en torno al desarrollo de la etapa decisiva, señaló que “los matches finales tuvieron mucha calidad, no los pude ver todos pero sí estuve pendiente y algunos los presencié en el momento que se jugaban. Me sorprendió la temprana eliminación de Carlos Daniel Albornoz: ese match no lo pude ver y desconozco las características de las partidas. Ocurre que en ocasiones los jugadores no logran mostrar su verdadero nivel en el juego de rápidas, y más si es en la modalidad online”.
A la hora de valorar su desempeño en el evento, estimó que “estuve bastante bien, perdí muy pocas partidas y jugué un ajedrez correcto. Quizás aún existe cierto respeto de los jugadores jóvenes hacia Leinier y yo, lo cual obviamente influye. Es cierto que no dispuse de todo el tiempo deseado pero me preparé bastante y aunque no estaba seguro de poder llegar a la final, lo logré”.
En la instancia crucial del torneo, los dos colosos cubanos de este siglo dirimieron un reñido duelo por el trono que favoreció 3,5-2,5 al Ídolo de Güines.
“Al match contra Leinier intenté arribar en una forma lo más cercana posible a su nivel y preparación –contó Bruzón. Creo que fue un encuentro interesante, pero demasiado corto. De cara al futuro se pueden hacer modificaciones y a medida que se avanza se podrían alargar los matches; me parece que muchos se quedaron con ganas de ver más partidas entre nosotros. El resultado fue cerrado y siento que jugué bastante bien, no olvidemos que Leinier es uno de los mejores del mundo.
“Nos conocemos a la perfección. Tal vez mi mayor fuerza hoy reside en mi experiencia, que se cómo prepararme para un torneo específico y frente a un rival específico. El resultado pudo ser diferente, mas estoy satisfecho. Ambos nos sorprendimos en las aperturas y hubo varias tablas en los comienzos del duelo”.
Tras lamentar la irregularidad que sufre hoy su preparación ajedrecística debido a obligaciones académicas, el veterano de casi 38 años (su cumpleaños será el próximo sábado) resumió que “el torneo sirvió principalmente como combustible motivador en varios aspectos, entre ellos el hecho de que los jóvenes tuvieron la posibilidad de medirse a Leinier, yo mismo y otros de los mejores jugadores cubanos actuales. Además, sirvió como base para intentar que todos los ajedrecistas nacidos en Cuba podamos competir juntos en cualquier evento. El deporte es –siempre lo ha sido- una herramienta de unión”.
La Copa Cuba de Ajedrez Online se disputó íntegramente en la plataforma Lichess. El certamen final tuvo 32 competidores y se desarrolló por el sistema KO, con matches de dos partidas en cada control de tiempo: a cinco, tres y dos minutos, para un total de seis cotejos. El trebejista que llegara primero a 3,5 puntos obtenía la victoria en el dual meet. En caso de empate a tres unidades, se jugarían dos partidas de ajedrez 960.
El match por la corona empezó con tres tablas consecutivas, luego Leinier aprovechó un error grave para ponerse delante, pero Bruzón igualó seguidamente y dejó la escena lista para un final cargado de emociones en el que el güinero volvió a emerger ganador. Con piezas negras, el vencedor apeló insistentemente a la Berlinesa, al tiempo que el subtitular se inclinó siempre por la Philidor.
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