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Cuentapropistas cubanos elevaron el valor de la carne de cerdo hasta los 80 pesos (3.25 USD) por libra, a pesar del tope de precios establecido por las autoridades en medio de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el diario oficialista Tribuna de La Habana, aunque el gobierno estableció un máximo de 45 pesos por libra de carne de cerdo, una de las más demandadas por la población del país, muchos vendedores la ofertan a casi el doble de ese valor.
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Tania Acosta, residente del municipio habanero del Cerro, afirma al rotativo que acudió a un punto de venta y cuando le recordó al vendedor que la carne debía costar 45 pesos, este le respondió que él la vende a 80 y "si no le gusta cómase el dinero".
Las cifras de la carne han ido subiendo de forma paulatina. A mediados de abril la libra se comercializaba a 55 pesos, generando malestar entre los compradores que afirmaron que los precios estaban por las nubes, pero ante la necesidad no había más remedio que pagarlo.
"Un pernil grande ahora mismo te sale en 80, 90 o más de 100 dólares", confirmó un lector a CiberCuba.
Muchos consideran que la escasez de carne de cerdo en el mercado se debe precisamente a la medida gubernamental de topar su precio, lo que origina que el producto comience a circular en el mercado negro y a un coste aún mayor.
En medio de la crisis alimentaria que atraviesa la isla, otros productos también han duplicado y hasta sextuplicado su costo durante la emergencia sanitaria.
En marzo, por ejemplo, el arroz se vendía a 5 y 6 pesos en los mercados de productos liberados, y ahora solo se encuentra a 25 pesos.
Asimismo, un residente de Centro Habana, Alfredo Pérez, contó al rotativo que en su zona cada plátano vianda cuesta 6 pesos, cuando lo estipulado es comercializarlos por libras a un valor máximo de 3.50 pesos cubanos.
Al respecto, el coordinador del Programa de Fiscalización y Control del Gobierno en La Habana, Orestes Llanes Mestre, afirmó a ese semanario local que desde el inicio del brote de coronavirus en la Isla se han realizado 17 000 acciones de control a trabajadores por cuenta propia, carretilleros y concurrentes en mercados de oferta-demanda.
Las sanciones han generado "imposición de multas, retiro de licencias y del permiso de arrendamiento de locales estatales", explicó el funcionario.
Sin embargo, a pesar de que el gobierno asegura estar aplicando decretos especiales para controlar el alza de precios durante la crisis, los productos alimentarios de gran demanda siguen vendiéndose a precios inaccesibles para la mayoría de la población.
“Siempre exigimos severidad. Pero entonces sacan a relucir atenuantes, como el tiempo del trabajador en el sector sin cometer violaciones, y solo aplican amonestaciones. La mayoría vuelve a transgredir los precios”, afirmó Eliezer Almarales, funcionario de la Dirección Integral de Supervisión y Control (Disc) provincial y municipal.
Durante la emergencia generada por la enfermedad COVID-19, muchos cubanos aquejados por la crisis de alimentos en el país se han sometido a colas interminables a pesar de las medidas de aislamiento impuestas para frenar la epidemia.
La ciudad se ha detenido y sus avenidas están prácticamente vacías, a excepción de los puntos de ventas de víveres o carne de pollo, un producto que puede congregar a decenas de personas.
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