Washington (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles que un funcionario de salud destituido, que presentó una denuncia acusando al gobierno de tomar represalias cuando expresó su preocupación por el coronavirus en enero, parecía ser una persona descontenta que quiere ayudar a los demócratas.
El presidente republicano dijo a periodistas en la Casa Blanca que no escuchó cosas buenas sobre Rick Bright, quien fue destituido el mes pasado de su trabajo como director de una agencia estadounidense responsable del desarrollo de medicamentos para combatir el brote de coronavirus.
"No sé quién es. No escuché nada bueno sobre él", dijo Trump. "Y a mí me parece un empleado descontento que intenta ayudar a los demócratas a ganar una elección".
Bright había sido director de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, o BARDA, desde 2016.
El mes pasado, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS), que supervisa BARDA, dijo que Bright había sido cambiado a un nuevo rol dentro de los Institutos Nacionales de Salud.
En una denuncia presentada ante un organismo de control del gobierno el martes, Bright dijo que advirtió sobre el virus en enero y que fue tratado con hostilidad por el secretario del Salud, Alex Azar, y otros altos funcionarios de la agencia.
"El doctor Bright obró con premura para comenzar a abordar esta pandemia pero se encontró con la resistencia de los líderes del HHS, incluyendo al secretario Azar, que parecía decidido a restarle importancia a esta amenaza catastrófica", se lee en la denuncia que los abogados de Bright presentaron ante la Oficina de Asesoría Especial de los Estados Unidos.
Bright también dijo que fue reubicado porque se opuso a los intentos de promover la hidroxicloroquina y la cloroquina como curas para COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el coronavirus.
Además explicó en la declaración del mes pasado que el gobierno de Estados Unidos ha promovido las medicinas como una "panacea" a pesar de que "claramente carecen de mérito científico".
Trump, en sus informes diarios sobre el coronavirus, promocionó repetidamente los medicamentos contra la malaria como un tratamiento que "cambiaría el curso" de COVID-19 y animó a la gente a probarlo, aunque pocos estudios sugieren un posible beneficio.
La portavoz del HHS, Caitlin Oakley, ha cuestionado la versión de Bright, diciendo en un comunicado el martes que fue transferido a un trabajo en el que se le encargaron alrededor de 1.000 millones de dólares para desarrollar pruebas de diagnóstico.
"Estamos profundamente decepcionados de que no se haya presentado a trabajar en nombre del pueblo estadounidense y a liderar este esfuerzo crítico", dijo Oakley.
(Reporte de Jeff Mason Editado en español por Javier López de Lérida)
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