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La actriz cubana Beatriz Valdés, uno de los rostros más populares de la historia del cine cubano, está de cumpleaños. La artista está celebrando hoy 12 de mayo 57 vueltas al sol, una edad a la que ha llegado siendo poseedora de una exitosa y reconocida carrera profesional.
Beatriz , quien se ganó el corazón de muchos tras protagonizar en los años 80 el inolvidable papel de Rachel en la película La bella del Alhambra, se convirtió inmediatamente en un icono de belleza y sensualidad y pasó a ocupar para siempre un lugar especial en el corazón de muchos cubanos.
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Luego de su exitosa actuación en La bella del Alhambra, la cual le valió un premio Goya y otros importantes galardones, Beatriz participó en algunas cintas cinematográficas y telenovelas que la mantuvieron por varios años entre la preferencia del público isleño.
Entre ellas destacan algunos filmes como Los pájaros tirándole a la escopeta, Como la vida misma, Hoy como ayer o Perfecto amor equivocado, una comedia en la pudimos verla tras varios años alejada de la gran pantalla cubana.
Y es que en los años 90 la actriz emigró a Venezuela, país que la recibió con los brazos abiertos y le abrió las puertas a nuevos proyectos artísticos.
Allí también logró trabajar en películas, teatro y telenovelas, e incluso le ha permitido abrirse camino detrás de las cámaras ejerciendo alguna que otra vez como directora.
Sin embargo, pese a que siempre podemos verla implicada en nuevos proyectos en Miami u otros países de América Latina, el amor por Cuba de la actriz sigue intacto y cada vez que puede se da un paseo por la isla.
Hace poco pudimos verla disfrutando de los encantos de La Habana con la mayor de las sonrisas y reunida con algunos de los familiares y amigos que aún conserva en la capital.
Según comentó recientemente en una entrevista ofrecida a CiberCuba, para ella Cuba es su "útero" y eso no es "negociable, es irrenunciable". Asimismo, comentó que regresaría de forma permanente a la tierra que la vio nacer, pues para ella sus raíces forman un parte fundamental de su esencia.
"No hay nada que pueda alterar eso. Regreso a La Habana permanentemente, regreso a mi casa, a mi espacio, al lugar donde sé que me puedo morir. Yo voy a La Habana tres o cuatro veces al año", expresó.
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