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El régimen cubano, que prevé una crisis económica severa por el impacto del nuevo coronavirus en el mundo, planea volver a ensamblar viejas aeronaves rusas modelo An-2 para destinarlas a sectores claves de la economía, como el turismo y la agricultura.
Las labores se realizan en un taller perteneciente a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA), en Santa Fe, en el municipio habanero de Playa, según dieron a conocer medios oficialistas tras una publicación del periodista Bernardo Espinosa en redes sociales el viernes.
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“En medio de enfrentamiento a COVID-19, bajo estrictas medidas sanitarias y epidemiológicas, Cuba ensambla aeronaves rusas modelo AN2 para servicios a la Agricultura, el Turismo y otras áreas de la economía. Taller único de su tipo en el país comprometido con el desarrollo”, explica Espinosa.
Esta perspectiva no es del todo novedosa, ya que en 2017 el gobierno cubano había apostado por el ensamblaje de los mencionados modelos rusos, que habitualmente se destinan a la fumigación en la agricultura, al control de vectores como el mosquito Aedes aegypti y el transporte turístico en rutas locales y de carga.
Por esas fechas, ENSA ensamblaba tres de estas aeronaves rusas por mes, pero los medios oficialistas no precisaron la cantidad adquirida ni su coste, indicó un reporte de la agencia EFE.
Directivos del sector señalaron que estos aviones inciden en "programas estratégicos" de la economía cubana como el cultivo de arroz y otros que reemplazan millonarias importaciones.
“Son aviones seguros y estables, pero por su autonomía de vuelo no tienen la capacidad de trasladarse desde Rusia a la mayor de las Antillas, entonces se guardan en contenedores y llegan por vía marítima”, relataba la agencia Prensa Latina.
El biplano monomotor An-2 es un modelo producido desde 1947, a poco de finalizar la Segunda Guerra Mundial, que originalmente Rusia utilizaba en la agricultura, los deportes aéreos y la aviación de pasajeros. Fue el primer avión diseñado por la compañía rusa Antónov.
Su diseño técnico es considerado "robusto" y con la capacidad de usar pistas de despegue y aterrizaje improvisadas que lo han llevado hasta regiones del Lejano Oriente ruso y también a Asia Central.
ENSA brinda servicios al sector empresarial y comunidades, relacionados con la dispersión de productos químicos y biológicos, el mantenimiento a su técnica, patrullaje y extinción de incendios, transportación de cargas, paracaidismo deportivo y servicios de vuelos especiales.
Según representantes de la entidad, el lote de los An-2 llegó en 2017 en piezas embaladas en contenedores y enviadas por barco al puerto occidental cubano de Mariel, porque la autonomía de vuelos de estos aviones no les permite cubrir la distancia aérea entre Rusia y la isla.
Cuba dispone de un parque aeronáutico bastante modesto, llegando a operar verdaderas reliquias como aviones de fabricación rusa Ilyushin Il-96, de los años 80, medios resultantes de las estrechas relaciones que mantuvo el régimen de La Habana con la URSS.
Actualmente, Cubana de Aviación opera en rutas de largo recorrido cuatro aviones Ilyushin Il-96M. Este tipo de aeronaves no se ha visto involucrado, de momento, en ningún accidente aéreo.
Pero, con todo, el modelo no ha conseguido hacerse un espacio importante en el mercado. Cubana es el primer cliente extranjero del Il-96M que se produce en la factoría Vorozneh Aircraft Production Association (VASO).
El déficit de medios de Cubana de Aviación conduce a veces a convenir servicios con aerolíneas extranjeras, como Global Air, que en 2018 estuvo implicada en un trágico accidente en La Habana, que puso fin a la vida de 112 personas entre pasajeros y tripulantes a bordo.
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