Imágenes del momento en que Patricia Ripley, acusada del asesinato de su propio hijo de nueve años con autismo, arroja al menor a un canal de agua en Kendall, fueron captadas por una cámara de vigilancia de un complejo residencial.
En ellas se puede advertir cómo la mujer, que se cree es Ripley, caminaba prácticamente al borde del canal llevando de una mano a su hijo Alejandro, lo acerca a la orilla y de súbito lo empuja al agua, para después dar la espalda y echarse a correr mientras el niño intentaba salir.
El material, publicado este domingo por Univision, corresponde al momento que las autoridades consideran el primer intento de asesinato contra el pequeño.
Las imágenes, grabadas desde un conjunto de apartamentos ubicado cerca de la avenida 103 y Kendall Drive, al suroeste del condado de Miami-Dade, muestran a la mujer conduciendo del brazo al pequeño Alejandro, a las 6:38 p.m. del pasado jueves 21 de mayo, según el reporte del canal televisivo.
El video permite apreciar claramente cuando esta hala al niño hasta la orilla del lago y lo lanza con fuerza al agua, tras lo cual se desprende a correr y se aleja mirando varias veces hacia atrás. La cámara solo capta el movimiento del agua, por lo que se presume que el pequeño trataba desesperadamente de salir a flote.
Instantes después, la mujer vuelve acompañada de un hombre, que se mete al canal para rescatar al menor, y más adelante, se ve a Ripley secando al niño ya fuera del agua, tras bañarlo con una manguera que le dio uno de los vecinos del sitio.
Sin embargo, una hora más tarde, Patricia Ripley llevó a su hijo a otro canal, adonde presuntamente lo lanzó, pero en esa ocasión no hubo nadie que interviniera y el niño, lamentablemente, murió ahogado.
“Esta vez, desafortunadamente, no había nadie allí para salvarlo”, dijo Katherine Fernández Rundle, fiscal estatal de Miami-Dade.
“Alejandro era un paciente no verbal y se suponía que su madre era su voz”, señaló Alfredo Ramírez III, director del Departamento de Policía del mismo condado.
Por su lado, Fernández Rundle declaró en rueda de prensa el sábado que la acusada intentó asesinar a su hijo en más de una ocasión el pasado jueves, convirtiendo el hecho en un crimen que ha estremecido el sur de Florida.
Según las autoridades, la propia Ripley admitió su culpa en los sucesos. "Él va a estar en un lugar mejor", habría dicho la mujer durante su confesión, de acuerdo con los detectives encargados de la investigación.
Ripley, de 45 años, fue conducida al Centro Correccional Turner Guilford Knight en la madrugada del sábado para enfrentar cargos de asesinato en primer grado e intento de asesinato premeditado. Se encuentra detenida sin derecho a fianza.
En un comienzo, la madre declaró que en la noche del jueves su hijo había sido secuestrado por dos hombres que la emboscaron desde un sedán azul, cuando ella iba con su hijo en el carro cerca de un mercado Home Depot.
También contó que desde el vehículo la habían abordado pidiéndole dinero o drogas y, al negarse, decidieron secuestrar al menor, pero la versión sería desestimada tras la aparición de las imágenes captadas por las cámaras cercanas al lugar de los hechos.
“El pasajero del auto salió del vehículo, se acercó a la madre y exigió drogas. Ella dijo que no tenía ninguna droga. Y entonces, este sujeto cogió el teléfono celular de la mujer y se llevó a su hijo”, había relatado el investigador de la policía de Miami-Dade, Ángel Rodríguez, guiándose por las primeras declaraciones.
El cuerpo sin vida del pequeño Alejandro Ripley fue hallado el viernes, en un estanque en el Miccosukee Golf & Country Club. El padre del menor, visiblemente afectado por la pérdida, hizo unas breves declaraciones a la prensa el sábado, negándose a creer que su esposa fuese la perpetradora del crimen.
“Lo único que tengo que decir es que amamos nuestras vidas, amamos a Alejandro, y no estamos de acuerdo con lo que dicen de mi esposa”, dijo. Las palabras del padre se produjeron justamente después de la audiencia de fianza de su cónyuge.
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