Alejandro Ripley, el niño autista de nueve años asesinado presuntamente por su propia madre en Kendall, murió por ahogamiento informó Univisión Noticias al revelar los resultados del informe médico forense, que consideran que por la manera en cómo se produjeron los hechos se trata de un homicidio
La madre del menor, Patricia Ripley, enfrenta el cargo de asesinato en primer grado y está acusada de intento de asesinato premeditado, por lo que el domingo un juez le negó el derecho a fianza y sigue en el Centro Correccional Turner Guilford Knight.
Poco antes del trágico suceso, algunas personas fueron testigos del que se supone fue un primer intento por asesinar al menor. La madre llevó a su hijo hasta un lago detrás del condomino de Kendall Acres, en Miami-Dade, y una cámara de seguridad captó el momento en que lo empuja al agua.
Un hombre llamado Jesús, que en esa ocasión pudo sacarlo con vida del agua, contó a Telemundo 51 que intentaron llamar a la policía pero la madre se negó, algo que les llamó la atención pero en ese momento no le dieron importancia.
Otra vecina, Zeida, comentó que el niño tenía una "sonrisa triste" y que la madre alegó que la estaban persiguiendo y debía llamar a su marido.
Esa fue la misma explicación que Patricia dio a las autoridades en el parqueo de una tienda Home Depot, en Kendall, tras denunciar que el niño había sido secuestrado, una teoría que en pocas horas dio un giro radical cuando el niño fue hallado muerto y su madre pasó a ser la principal acusada.
La muerte del niño de 9 años ha dejado consternada a la comunidad de Miami-Dade que, en señal de dolor y homenaje, lleva flores, peluches, velas y globos al lugar donde murió el pequeño, alguien "supercariñoso", según lo calificó la terapeuta que lo atendía por ser autista.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: