Ni uno, ni tres, ni diez. Nada menos que veintidós mensajes llegaron a mi chat de Facebook reclamando las razones en que me apoyé ayer para nominar a Frederich Cepeda como el mejor jardinero izquierdo de las Series Nacionales. Ojalá que los párrafos siguientes valgan para ofrecer una argumentación colectiva y convincente.
Primero lo primero. Esto es, aclarar que en las selecciones de Equipos Ideales, el left field suele ser objeto de largos debates debido a que a esa franja de terreno van a parar abundantes jugadores más o menos limitados a la defensa, pero de enormes posibilidades en la caja de bateo.
Así, la concentración de muchos toleteros de calibre complejizó sobremanera la elección. Tanto, que debí valorar a ¡siete! candidatos de reales opciones. Enumerados por orden alfabético, tuve en la aspirantura a Armando Capiró, el propio Cepeda, Alfredo Despaigne, Lourdes Gourriel, Lázaro Junco, Lázaro Madera y Fernando Sánchez.
Entonces, ¿por qué seleccioné a la postre al ‘24’ espirituano? Estos fueron motivos suficientes:
-en el grupo mencionado, Cepeda es el segundo con más Series Nacionales jugadas, partidos disputados y comparecencias al bate (lo cual habla muy bien de su Durabilidad);
-además, encabeza los dobles y también va segundo en hits, triples, cuadrangulares y total de bases (elementos que dan cuenta de su Eficacia);
-igualmente aparece como sublíder en average, slugging, OPS y BABIP (esto deja clara su Eficiencia);
-con independencia de lo anterior, ocupa la tercera plaza en frecuencia de jonrones y poder aislado (una indudable muestra de Fuerza al Bate);
-por otra parte, marcha delante con amplísima ventaja en porcentaje de embasado y boletos recibidos (indicadores de su Paciencia y Concepto de la Zona);
-y para rematar, es el segundo con más impulsadas, el que más veces ha anotado y el de más carreras producidas y creadas (detalles que apuntan a su Aporte al Equipo).
Visto lo visto, el caso de Cepeda es el de un bateador sumamente completo, capaz de exprimir al lanzador con aptitud y actitud de leadoff, intimidar a la manera de un tercer hombre en el line up o subir anotaciones a la registradora como si de un cuarto palo se tratara.
Nadie puede negarlo: es grande en las estadísticas de promedios, y grande en las acumulativas. Le ha tocado hacer sus números con bate de madera, y ha sido el ‘tipo duro’ de los Equipos Cuba en este siglo, enfrentando exitosamente a pitchers profesionales en Clásicos, Juegos Olímpicos, Copas del Mundo y Series del Caribe.
Eso sí: argumentos me sobran para afirmar que el jardinero izquierdo más imponente que ha pasado por los campeonatos del patio es Alfredo Despaigne, pero su partida hace unos años hacia el béisbol japonés, a la par que lo hizo millonario, le quitó la posibilidad de engordar unas estadísticas que iban camino de resultar inigualables. A un gustazo, un trancazo, dicen por ahí.
Esta es la comparativa de los mejores left fielders de las Series Nacionales, con numeritos aportados por Tony Pérez Hernández, "El Ingeniero de las Estadísticas".
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