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Una veintena de cubanos artistas de circo, están varados en Inglaterra en una población conocida como Morecombe. No tienen ingresos económicos por la cancelación de actividades culturales debido a los efectos del coronavirus en ese país. Sobreviven con ayudas y mucho arte.
Viajaron en febrero desde La Habana hasta el noroeste de Inglaterra para presentar su espectáculo En mi solar. Este era el inicio de una gira que debía extenderse por otras regiones de Inglaterra, Escocia y terminar en Malasia.
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Sin embargo, cuando vieron la evolución que tenía la pandemia en el mundo hace unos meses, no imaginaron que llegaría a atraparlos en la remota bahía de Morecombe.
"Cuando oímos la palabra “cuarentena” dijimos: ¡No hay trabajo! ¿Qué va a pasar con nosotros? ¡Qué situación se nos viene ahora!”, explicaron en entrevista a BBC.
Los dueños del circo decidieron transmitir los espectáculos a través de Internet y cobrar estos shows en directo, que se transmiten por la plataforma Circus Online y por su perfil de Facebook. Aún así esta no es una opción viable a largo plazo y no sustenta los gastos de la empresa.
Estos cubanos se mantienen actuando bajo una carpa vacía. Además de hacer presentaciones en streaming, pasan las horas entrenando, practicando sus trucos y actuaciones, escuchando y bailando música cubana en la caravana y compartiendo como una gran familia.
Big Kid Circus es una compañía de origen búlgaro. Está dirigida por Julia Kirilova, una joven de 23 años, que asegura que este es el mayor desafío que ha enfrentado el circo fundado por sus padres en 17 años de creado.
La familia del Big Kid Circus está integrada actualmente por 35 artistas. De ellos 24 son cubanos, 1 chileno y 10 británicos. Al iniciarse las medidas restrictivas en Reino Unido todos decidieron permanecer y hacer frente juntos a la nueva etapa que se avecinaba.
Esta es la primera vez que la compañía produce un espectáculo ambientado completamente con temática cubana. Desde febrero hasta que se iniciaron las medidas restrictivas pudieron actuar solamente 10 días, lo que afectó económicamente a la agrupación.
El cubano Fidel Silot Montalvo es el director artístico de Big Kid Circus. Este exgimnasta del equipo nacional de Cuba explica que es duro estar en cuarentena en un país que no es el tuyo y sin ingresos estables, pero igual de doloroso le resulta no poder mostrar al público su show.
Sus recursos para la transmisión online de los espectáculos no son los más vanzados, pero aún así los han hecho y han conseguido mantener vivo el deseo de crear, actuar y compartir su arte con el público.
Han tenido apoyo económico, técnico, solidario y humano de personas e instituciones en el Reino Unido. Y a pesar de que la economía de bolsillo ha estado sumamente reducida, la familia del circo se mantiene unida y coinciden en que el gran reto ha sido actuar sin público.
La mayor satisfacción para un artista es el aplauso del público. En el circo, particularmente, estos cubanos explican que al mirar a sus espectadores descubren los rostros maravillados de gente que ama el arte que ellos hacen.
Se siente la energía del que observa y la interacción hace brotar lo mejor del artista. “Ver esa cara lo merece todo", aseguran.
Los artistas cubanos varados en el noroeste de Inglaterra temen por lo que pasará con su situación económica si se prolonga esta pandemia. El miedo a las aglomeraciones podría atrasar mucho más tiempo la vuelta del público a disfrutar de teatros, circos y otras instituciones culturales.
Sin embargo, el show debe continuar. Se preparan, practican una y otra vez sus trucos. Trabajan duro, aprenden nuevas tecnologías para transmitir su espectáculo, ingenian un nuevo modo de hacer crecer sus ingresos, con una sola premisa en su pensamiento:
“Estamos listos para brindar nuestro show”. Si no es hoy, será mañana, el público volverá a llenar la carpa... “ya vendrán".
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