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Los principales embalses de Guantánamo sufren un severo y progresivo descenso del volumen de agua, con casi un tres por ciento por debajo de la mitad de su capacidad.
Según el parte emitido el pasado viernes por la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos, al que tuvo acceso la Agencia Cubana de Noticias, las seis represas más importantes del territorio almacenan en conjunto 166,5 millones de metros cúbicos de agua, casi 40 millones menos que el pasado 22 de marzo, fecha en que se celebra el Día Mundial del Agua.
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Esas cifras equivalen al 47 por ciento del líquido que pueden acumular las obras hidráulicas de esta provincia, donde se localizan dos cuencas hidrográficas priorizadas para su conservación: la del Toa y Guantánamo-Guaso.
De acuerdo a los especialistas, la fuerte bajada se debe a la intensa sequía agrícola, meteorológica y socioeconómica que afecta a la región, donde este año el promedio de lluvias caídas ha sido de 164 milímetros, menos de la cuarta parte de los 678 que históricamente se reportan en estos meses en la región.
Solo los municipios de Yateras, con un 52,2 por ciento de precipitaciones, El Salvador (41,2 por ciento) y Niceto Pérez (31,4 por ciento) superan la media provincial de lluvias, que para este 2020 es apenas de un 24 por ciento.
También los residentes en el municipio cabecera pueden respirar aliviados por el momento, dado que la represa Faustino Pérez, su principal fuente de abasto a la Villa del Guaso, está llena al 68,4 por ciento, muy por encima de la media provincial.
Sin embargo en Baracoa, donde se ubica la única zona tropical lluviosa de la isla, las lluvias han sido muy escasas.
Igualmente ha sucedido en los municipios de San Antonio del Sur, donde se localiza la zona más seca de la isla, así como en Imías, ambos situados en el denominado semidesierto cubano, donde los pluviómetros apenas se han movido durante este año, mostrando registros de 6,3 y 10,8 mm respectivamente.
De hecho, los embalses Los Asientos y Pozo Azul, ubicados en San Antonio del Sur, se encuentran en una situación delicada. El primero está a menos de la mitad de su capacidad de llenado y el segundo se acerca a lo que se conoce como volumen muerto, una realidad que representa un peligro para las cosechas del valle de Caujerí.
Por otra parte las presas La Yaya y Jaibo, que entre las dos poseen una capacidad de 280 millones de metros cúbicos, lo cual supera los dos tercios del reservorio total de la provincia, acumulan de conjunto algo más de 130 millones, pese a que ya han pasado 42 días desde el primero de mayo, cuando dio inicio el período húmedo en el país.
La falta de lluvias está afectando a todo el territorio nacional.
El mes pasado se informó que la presa Zaza, la más grande de Cuba, se encuentra en estado crítico con apenas el 12 por ciento de su capacidad.
Un funcionario detalló a la emisora Radio Sancti Spíritus que el llenado de los embalses se encuentra al 19 por ciento, en lo cual influye mucho la situación de presa Zaza, que hasta ese momento almacenaba solamente 114.31 hectómetros cúbicos (un millón de metros cúbicos) de un total de 920.
"Si tenemos en cuenta que el punto muerto de la Zaza es 90 millones, fácil sería entonces comprender que si esta sequía sigue afincada, lo que pueda suceder pone a pensar a muchos", explicó Rafael Yanes Pardillo, Jefe del Aliviadero Cayajaná.
"Hay escenas, de coches tirados por caballos, de autos, transitando por el medio de la presa, como si allí nunca hubiese habido agua. Es dura esta realidad y ojalá en algún momento se desgaje la primavera", describió.
En abril se registraron a la vez varios incendios forestales severos en Santa Clara debido a la sequía, las altas temperaturas y los fuertes vientos que extienden las llamas con rapidez.
Cuba registró en marzo el mes más seco desde 1961, con acumulados de lluvias muy por debajo del promedio por los bajos niveles de precipitación reportados.
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