La llegada de visitantes internacionales a Cuba de enero al cierre de abril de 2020 sufrió un alarmante decrecimiento del 49,0 % con respecto a la cantidad registrada durante el mismo período en el año anterior, indicaron fuentes oficiales.
La Oficina Nacional de Estadística e Información de la República de Cuba (ONEI), reflejó que en ese plazo o cuatrimestre arribó a la isla un total de 983 185 personas procedentes de países extranjeros, mientras que en 2019 fueron 1 928 561.
Esto significa que se registraron 945 376 entradas menos que en igual período del año pasado. En particular, abril ha revelado la mayor afectación, pues el archipiélago recibió entonces 1 035 visitantes, un 77,4 por ciento menos que en el mismo mes de 2019.
De acuerdo con las tablas de estadísticas, Canadá se mantuvo como principal emisor, con más de 400 000 visitantes, aunque igual manifestó una disminución. Rusia fue el único país que mostró crecimiento en el periodo respecto de 2019, situándose como tercera fuente. En segundo lugar, aparece la comunidad cubana en el exterior, la cual exhibe también una reducción, si bien es menor que la de otras naciones.
Hasta abril de 2020, 90 países habían cerrado sus fronteras al turismo, entre ellos, Cuba, que tomó la medida a finales de marzo, frente a la crisis sanitaria internacional generada por el nuevo coronavirus. Según un estudio de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el sector sufre “una conmoción sin precedentes”.
Ya en enero, antes de que cobraran fuerzas los perjuicios por la pandemia, el turismo internacional había sufrido una caída cercana al 20%, tras una disminución de 95.856 visitantes. La mayor afectación se observó en el número de personas que arribaron desde Estados Unidos, casi 43.000 turistas menos.
La llegada de viajeros procedentes de EE.UU. se vio drásticamente en declive por las restricciones impuestas por el gobierno de Donald Trump a quienes desearan ir a la isla, un panorama que contrastó de inmediato con el favorecido por la administración de Obama y los tiempos del llamado “deshielo”.
Son noticias poco alentadoras para una economía que depende, en gran medida, del flujo turístico y que ahora se ve prácticamente acorralada por un grupo de sanciones desde Washington que cortan los suministros al régimen.
En 2019, Cuba cerró con 4,3 millones de turistas, un 8,5% menos de lo proyectado por el gobierno. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronosticó que la economía cubana caería un 3,7 por ciento en 2020, debido a los efectos globales de la pandemia.
El organismo previamente había estimado que la economía regional crecería un 1,3% este año ya en medio de una desaceleración generalizada. Para 2020, las estimaciones han dado un giro drástico y ahora prevé que caerán 19 de las 20 economías latinoamericanas y 31 de las 33 de la región del Caribe, donde predomina el turismo como fuente de ingresos.
Las cifras son todavía más adversas si se tiene en cuenta que la disminución coincide con el período donde precisamente la actividad turística alcanza sus picos más altos.
El gobierno no ha ofrecido una fecha para reiniciar el turismo internacional y la apertura de sus aeropuertos, sin embargo, sí se ha comunicado que se trabaja en ese sentido para lograr reactivar el flujo con la mayor brevedad posible.
Hace una semana se conoció que La Habana, epicentro del coronavirus en el país, no estaría incluida en la fase inicial de reapertura al turismo, a pesar de que la capital es uno de los destinos más visitados. Niurka Pérez, vicepresidenta comercial del grupo hotelero Cubanacán, explicó que la renta de autos tampoco estaría autorizada en este momento inicial.
Las actividades turísticas se retomarán de forma escalonada. En una primera etapa las ofertas estarán orientadas al mercado nacional y con la apertura de fronteras los clientes internacionales podrán acceder a determinados destinos, no anunciados hasta el momento.
En las últimas 24 horas, el sistema de salud pública cubano reportó 7 nuevos casos de coronavirus. El total de diagnósticos positivos acumulado llega a 2280 este miércoles. El virus tiene en la isla una letalidad de 3,68%, que la ubica en la posición 18 dentro de la región de las Américas.
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