El caso de Alexander Alazo Baró, protagonista de un reciente ataque armado contra la embajada de Cuba en Washington, será enviado a un jurado de instrucción para buscar su encausamiento por delitos graves, anunció la fiscalía federal.
En un documento presentado ante el tribunal del Distrito de Columbia, el fiscal asistente Jason B.A. McCullough explicó que el gobierno tiene acopiadas suficientes evidencias contra Alazo y planea remitirlas a un jurado de instrucción (grand jury) para que emita una acusación y encamine el procesamiento judicial del caso.
"De conformidad con el reglamento, a menos que las partes puedan resolver el asunto antes de ese momento, el Gobierno tiene la intención de solicitar la devolución de una acusación en este caso una vez que se pueda reunir el quórum necesario y se logre programar el trabajo del gran jurado", indicó la fiscalía en un reporte presentado a comienzos de este mes.
La fiscalía señaló que como parte del expediente de instrucción de Alazo se han reunido hasta la fecha aproximadamente 134 páginas de documentos y más de 800 archivos multimedia, incluyendo imágenes fotográficas y videos de los dispositivos corporales de los policías en la escena del tiroteo y de las cámaras de vigilancia de la embajada cubana.
Este viernes, los fiscales deben presentar un nuevo reporte ante el tribunal actualizando el proceso contra Alazo.
El abogado Tony Miles, que representa a Alazo, declinó comentar sobre la situación de su cliente y su estrategia legal en el caso.
La movida de la fiscalía se produce luego de que en una audiencia preliminar el juez federal Michael Harvey determinó que existe una "causa probable" para el encausamiento de Alazo, quien permanece bajo custodia sin derecho a fianza.
Alazo fue arrestado y acusado mediante una denuncia basada en el reporte policial sobre el ataque a la sede diplomática cubana la madrugada del pasado 30 de abril. Sin embargo, la decisión final de enjuiciar un caso penal federal recae regularmente en un jurado de instrucción o gran jurado.
Un gran jurado federal está compuesto por 23 ciudadanos seleccionados al azar en cada distrito judicial y que laboran en conjunto por un período de un año. Los fiscales comparecen ante el gran jurado para establecer la "causa probable" de que una persona cometió un delito federal grave.
Al menos 16 de los 23 miembros del gran jurado deben estar presentes para llegar a una determinación de cada caso y 12 de ellos tienen que votar para validar la acusación.
Solo cuando el gran jurado devuelve la acusación es que los cargos se hacen firmes y el acusado podrá declararse culpable o no culpable. En caso de no admitir la culpabilidad, se selecciona una fecha para el juicio y se establece un cronograma para las audiencias.
Las evidencias implican a Alazo por atacar con violencia a funcionarios e instalaciones extranjeras, dañar intencionalmente la propiedad de un gobierno extranjero y usar indebidamente un arma no registrada durante su asalto a la embajada de cubana.
El proceso ante el gran jurado sería expedito considerando el volumen de pruebas. A partir del momento que se formule la acusación formal (indictment), Alazo deberá comparecer ante el juez en un plazo de 10 días para la presentación de cargos.
De ser hallado culpable, podría enfrentar una condena de hasta 15 años de cárcel.
Alazo, de 42 años, se encuentra en prisión preventiva por una acción violenta que las autoridades estadounidense califican como un "crimen de odio". El hombre, de origen cubano, realizó 32 disparos con un fusil AK-47 contra el edificio y luego lanzó el arma contra la entrada para arroparse en una bandera estadounidense.
En declaraciones a investigadores del Servicio Secreto de Estados Unidos tras el ataque, Alazo dijo sentirse perseguido por "organizaciones del crimen organizado" enviadas por el gobierno cubano y decidió enfrentarse a ellas después de años de supuesto hostigamiento.
También declaró que que si el embajador cubano José Ramón Cabañas u otro funcionario hubiera salido del edificio le habría disparado porque los consideraba su "enemigo".
Los reportes preliminares de la investigación policial indican que el atacante había recibido evaluación médica y tratamiento siquiátrico en semanas recientes, y tenía un comportamiento sicótico, información que confirmó su esposa.
Según reportes emitidos por el gobierno cubano, Alazo emigró a México con una visa religiosa en 2003 y cuatro años después se refugió en Estados Unidos tras cruzar la frontera por la zona de Texas. Desde entonces había viajado en ocho ocasiones a Cuba hasta 2015 y recibió asistencia consular sin ninguna dificultad en su relación con el país y los funcionarios nacionales.
El régimen cubano considera la acción de Alazo un acto de terrorismo y se cuestiona la supuesta pasividad del gobierno de Estados Unidos por no condenar enérgicamente el hecho.
El pasado mayo, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla llegó a afirmar que el ataque de Alazo es resultado de la política y del discurso agresivo del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y vinculó al atacante con "grupos extremistas" del sur de la Florida.
Pero el gobierno cubano no ha presentado pruebas documentales ni testimonios de las supuestas conexiones del asaltante con grupos violentos, personalidades cubanoamericanas u opositores en el exilio.
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