Ciudades como Gibara, en Holguín, y Baracoa, en la provincia de Guantánamo, han comenzado a sentir los efectos de la nube de polvo del Sahara, que ya impactó a otros países del Caribe, como Puerto Rico.
"Así amanece la Primada de Cuba hoy: cielo opaco y mucho calor. ¿Tendremos visitante del Sahara?...igual no olvide la #mascarilla", subraya una publicación de Radio Baracoa este martes, que añade que el uso de la mascarilla hoy cumple una doble función: proteger del coronavirus y de las partículas relacionadas con la nube de polvo.
Diversas imágenes compartidas en redes sociales muestran los cielos cubiertos de nubosidades, como si fuera a llover, y una oscuridad mayor de la habitual en territorios orientales.
Un usuario reportó que "desde las 12 de la noche se veía como neblina y mucho calor" en Baracoa, y otra internauta residente en esa misma localidad apuntó que el "el sol apenas se ve y hay un calor casi insoportable".
También en Santiago de Cuba ha comenzado a percibirse el efecto de la nube de polvo, que está impidiendo incluso divisar las montañas de la Sierra Maestra.
CMKX Radio Bayamo, por su parte, ha difundido imágenes que evidencian el enrarecido ambiente climático que también se vive este martes en la ciudad de Bayamo, en la provincia Granma, como consecuencia de la nube de polvo sahariano.
Está previsto que las zonas de mayor concentración de la nube de polvo afecten la región oriental este 23 de junio. El occidente se prevé que comience a percibirla a partir del miércoles.
La nube de polvo del Sahara puede afectar fundamentalmente a personas con problemas respiratorios, y puede provocar otros síntomas como ojos llorosos, estornudos, secreción nasal, tos seca y dolor de garganta.
Las nubes de polvo contienen minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, y además portan virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes, según precisó un reporte de Cubadebate.
El Doctor en Ciencias Físicas Eugenio Mojena López, experto del Instituto de Meteorología de Cuba, alertó sobre los efectos negativos que puede tener sobre la salud el fenómeno, cuyos efectos sobre la salud humana se evidencian en enfermedades respiratorias, en personas mayores de 65 años y en niños con edades hasta cuatro años, así como alergias y problemas de la piel.
La nota positiva es que esas nubes de polvo pueden afectar el surgimiento y desarrollo de los ciclones tropicales, ya que se crea un ambiente hostil en la atmósfera. Asociadas a ella, las temperaturas en la isla ascenderán significativamente, explicó recientemente el doctor José Rubiera.
Los modelos de previsión alertaron que la nube se extenderá hasta el Golfo de México y el sudeste de los Estados Unidos.
Ese evento meteorológico lo generan las tormentas de arena y polvo del desierto del Sahara y el Sahel, que pueden alcanzar alturas que rondan entre los 3 y los 7 kilómetros.
Las nubes avanzan en dirección oeste bajo el flujo de los vientos alisios, y se propagan por el océano Atlántico hasta arribar al mar Caribe.
Las del Sahara habitualmente llegan hasta Cuba en los meses de marzo y abril, aunque los especialistas indican que las mayores oleadas tienen lugar en junio, julio y la primera quincena de agosto.
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