Un cubano solicitante de asilo ha denunciado que él y otra veintena de migrantes recluidos en un centro de detención de ICE -administrado por una firma privada- sufrieron un ataque con gas pimienta mientras hacían huelga de hambre.
A mediados de mayo, los migrantes iniciaron una protesta de varios días en huelga de hambre para denunciar malos tratos, las condiciones insalubres del lugar y la calidad de la comida servida en el centro de detención, que temían que los hiciera más vulnerables a contraer el coronavirus.
Un funcionario de la prisión -que estaba a cargo del contratista privado CoreCivic- ingresó a la sala donde los hombres estaban golpeando el mobiliario y les advirtió que la situación "se pondría fea" a menos que terminaran la protesta, algo que los migrantes no hicieron.
Momentos después, guardias vestidos con equipo antidisturbios y provistos de máscaras de gas entraron y rociaron gas pimienta, según precisa la denuncia compartida ahora de forma conjunta por The Guardian y la organización de noticias independiente Searchlight New Mexico.
"El oficial me roció directamente sobre mi cara y mi cuerpo, y corrí. Sentí que me iba a ahogar", declaró el cubano Yandy Bacallao, quien llegó a Estados Unidos en noviembre de 2019 procedente de la isla, y se encuentra pendiente de una solicitud de asilo político.
"Se podía escuchar a todos gritando pidiendo ayuda", añadió el cubano, que dijo haber experimentado ceguera temporal y dolor durante al menos una hora después de haber sido rociado con gas pimienta, aunque el personal médico de la instalación declaró que los migrantes no sufrieron lesiones.
Bacallao le dijo a Searchlight New Mexico que huyó de Cuba en busca de una vida mejor, pero añadió que desde su llegada a Estados Unidos ha recibido un trato terrible.
"Cuando vengo a Estados Unidos, al país más libre del mundo, lo primero que hacen es encarcelarme", concluyó.
Un funcionario del condado de Torrance, en Albuquerque -que recibió más de 90 mil dólares en pagos de las instalaciones de CoreCivic el año pasado- negó la versión del incidente narrado por el migrante cubano.
Un portavoz de CoreCivic sí reconoció que los migrantes habían sido rociados con gas pimienta, pero precisó que fue en respuesta a una protesta que "se volvió disruptiva", porque los detenidos se negaron a seguir órdenes verbales.
Según los medios citados, los inmigrantes en centros de detención en Massachusetts, California y Texas también han sido rociados con pimienta en diversas protestas desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
Expertos en salud pública han advertido que el uso de gas pimienta y de gases lacrimógenos pueden causar tos, haciendo que las posibilidades de transmisión de COVID-19 aumenten.
El Centro de Estudios de Migración ha precisado que hasta mediados de junio más de 2 mil migrantes y refugiados han contraído el COVID-19 en centros de detención de Estados Unidos.
Según el Departamento de Salud de Nuevo México, una treintena de personas en el Centro de Detención del Condado de Torrance habrían contraído el virus hasta ahora.
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