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Una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba felicitó en su cuenta de Facebook a su colega Jairo Rodríguez, quien este viernes fue el encargado de sabotear la intervención del opositor Ariel Ruiz Urquiola en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza.
En una publicación que ya fue eliminada de su muro, Greisy Cordero Suárez alabó la actitud de Rodríguez, quien con sus constantes interrupciones trató de impedir al activista político denunciar ante el organismo mundial la represión que sufren él y su hermana en la isla.
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“Cuando lo ves en plena acción dando batalla contra los mentirosos en el Consejo de Derechos Humanos y recuerdas sus consejos y sus enseñanzas diplo-biólogas y que, a pesar de su juventud, los modelos de Naciones Unidas del ISRI han crecido gracias a sus genialidades. ¡Muy bien, flaco! La diplomacia revolucionaria cubana sigue en buenas manos”, expresó.
Tras las críticas recibidas, Cordero Suárez retiró el post, pero antes fue capturado por Lázaro Mireles, un cubano residente en Madrid.
“¡Ay, flaco!, qué gran labor… censurar, mentir, olvidar. Orgulloso de ti y de la Robo-ilusión que representas, flaquito”, escribió Mireles en una publicación en la propia red social.
“Ariel es un cubano digno, abusado por todos ustedes, debería darles vergüenza”, “Si Martí estuviera vivo estuviera abochornado de ustedes. Comunistas asesinos”, “Toda una exposición y una evidencia del régimen dictatorial castrista”, fueron algunos de los comentarios en respuesta a la felicitación de la diplomática.
Por su parte, ella anunció expresamente lo que haría con esas opiniones.
“Todo el que venga con ofensas o discurso de odio va bloqueao... ¡para que ni se esfuercen!”, subrayó.
“Nos bloquearon a todos, los castristas censuradores y violadores de las libertades y los derechos humanos no admiten que les pongan en su sitio”, expresó otra vez Mireles.
La comparecencia de Ariel Ruiz Urquiola en la ONU estaba prevista para que durara solo 90 segundos, pero debido a las intromisiones del diplomático cubano y las de sus congéneres de Venezuela, China, Eritrea y Corea del Norte, se extendió más de 13 minutos.
No obstante, el científico pudo referirse a la situación de los médicos cubanos que son enviados a cumplir misiones a otros países, “con condiciones de trabajo desventajosas, violando el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.
“El impacto de esta explotación sobre el sistema de salud pública de Cuba tiene muchas víctimas, pues los dineros recaudados no benefician la salud, ni los tratamientos oncológicos de primera línea”, añadió.
También denunció la situación de su hermana, Omara Ruiz Urquiola, quien padece cáncer y por sus actividades políticas fue expulsada de su trabajo como docente en la Universidad de La Habana.
Urquiola alegó que el régimen castrista está castigando a su hermana “ya sea por falta de medicamentos” o mediante el uso de placebos “en lugar del principio activo, como método de tortura para doblegarla”.
Tras salir del edificio de la ONU, el defensor de los derechos humanos pudo finalmente leer de forma íntegra el discurso que había preparado.
En un video grabado por Léo Juvier-Hendrickx y cedido a CiberCuba, el también campesino cuestionó a la organización mundial hasta cuándo quedarán con impunidad los crímenes de lesa humanidad que comete el gobierno cubano.
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