Cubana de Aviación continuará operando sus vuelos entre La Habana y Santiago de Cuba con Madrid y otros destinos, tras la reapertura de fronteras aéreas, con el Airbus A 340-300 alquilado a la aerolínea española Plus Ultra, dijo a CiberCuba una fuente del Instituto de Aeronáutica Civil (IACC), que rehusó ser identificada.
"Aún es pronto para valorar posibles niveles de ocupación de un avión grande porque no sabemos cómo se comportará el mercado turístico en trayectos hacia La Habana y Santiago de Cuba, desde Madrid, como tampoco sabemos que va a pasar con el flujo de viajeros cubanos residentes en España y otros países europeos", señaló.
Hasta el parón aéreo provocado por la epidemia de coronavirus, turistas europeos viajaban en el vuelo de Cubana hasta Santiago de Cuba, donde cumplían un programa que luego se extendía por carretera a Cienfuegos, según turoperadores españoles.
Emigrados en Europa, oriundos del oriente de Cuba, suelen volar directamente a Santiago de Cuba, para llegar antes a las casas de sus familias, añadieron.
Europa excluyó a Cuba de los países que pueden volar al Viejo Continente, tras la reapertura de sus fronteras aéreas, pero fuentes de la UE comentaron a CiberCuba que la decisión estaba vinculada a desencuentros en materia de "derechos humanos e impagos de deudas".
El alquiler del A340-300 de Plus Ultra data de enero, cuando las dificultades del Il-96 300 para volar a Europa se hicieron inaplazables por la carencia en su equipamiento del Controller pilot data link communication (CPDLC), que es un sistema de enlace tierra-aire, que permite a los controladores aéreos transmitir mensajes de textos estratégicos no urgentes a una aeronave, como alternativa a las comunicaciones de voz.
"Equipar a nuestro noventa y seis con ese equipo costaría alrededor de medio millón de dólares y el avión también necesita ya un overhaul, que no hemos podido acometer", indicó la fuente, que evitó confirmar si ambas circunstancias implican un retiro inminente del IL 96 300 de la escasa flota de Cubana de Aviación, compañía fundada en 1929.
Hace unos días, Cubana de Aviación tuvo dificultades para operar con el IL 96 M un vuelo humanitario a Madrid debido a que "una empresa norteamericana, que compró recientemente la concesionaria del suministro de combustible en Barajas (aeropuerto madrileño) se negó a repostar nuestro avión, alegando las sanciones impuestas por Trump", reveló.
"Nuestros compañeros en Madrid se movieron con agilidad y consiguieron un suministrador alternativo, tras negociarlo con AENA (empresa pública española que gestiona aeropuertos), pero el vendedor aprovechó la coyuntura y nos cobró un precio cuatro veces superior al del mercado, precisó.
"Sobrecosto que asumimos porque el vuelo no había podido despegar de La Habana, y los pasajeros llevaban horas en el aeropuerto (de La Habana) pero no será una práctica habitual porque daña la rentabilidad de Cubana y resulta una práctica comercial inaceptable", subrayó.
El 11 de junio, un IL-96 de Cubana de Aviación debía volar de La Habana a Madrid, pero no pudo hacerlo hasta el día siguiente por "dificultades operacionales en Barajas", dijo entonces una fuente del aeropuerto madrileño a CiberCuba.
"Aprovechamos el parón del coronavirus para hacer overhaul a nuestros cuatro Mandelas, que ahora parecen nuevos y seguiremos usando en vuelos nacionales y regionales", apuntó, en referencia al cuarteto de ATR 72, enviados por el fallecido Nelson Mandela a Cuba.
El overhaul de aeronaves es una compleja tarea que abarca el trabajo en estructuras, interiores, sistemas y aviónica, tomando como variable fundamental la cantidad de horas de vuelo y el tiempo (calendario) transcurrido. Este mantenimiento conlleva el desmantelamiento completo del avión, según expertos del sector aéreo.
Hasta fechas recientes, la Unión Europea aplicó criterios de flexiblidad, amparada en sus propias normas, que datan de 2009, para posibilitar que Cubana de Aviación, que adquirió los IL-96 M en 2006, pudiera seguir volando a Europa.
Pero ya entonces, el Control Aéreo de Barajas advirtió sobre los problemas en el ángulo de trepada de estos aviones de gran peso, que ralentizan las operaciones de despegue en una de las pistas madrileñas, al necesitar más tiempo, que otras aeronaves, para alcanzar la altura de giro al oeste, en sus rutas a La Habana y Santiago de Cuba.
Además de sus carencias tecnológicas, el IL 96 300, que voló por primera vez en 1988, consume mucho combustible, en la vieja tradición soviética-rusa, handicap que dificulta su rentabilidad como avión de gran porte, cuyo diseño parece inspirado precisamente en el Airbus A 340, según expertos aeronáuticos.
Cubana de Aviación compró los IL 96 300 mediante un crédito de 94 millones de dólares (78,28 millones de euros) de un consorcio de bancos estatales rusos que cubrieron el 85% del total de la operación, que ascendió a 110 millones de dólares (91,61 millones de euros).
El consorcio de bancos rusos estuvo formado por las entidades públicas Roseximbank, Vneshtorgbank y Vneshecombank. Y la operación crediticia contó con el aval político de los gobiernos de Vladimir Putin y Fidel Castro, en enero de 2006.
El coste restante restante, 16,5 millones de dólares (13,74 millones de euros) Cubana los pagó directamente a la compañía Ilyushin Finance Company.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (2)Archivado en: