La policía de Ottawa busca a los responsables de cubrir con un provocador graffiti un letrero que indica el sitio donde el gobierno canadiense levantará un Monumento a las Víctimas del Comunismo.
La señalización, en el Jardín de las Provincias y Territorios en la calle Wellington, fue cubierta con tres palabras escritas con pintura amarilla: "El comunismo ganará", informó el portal de noticias CBC News.
Este hecho levantó un gran revuelo en la ciudad de Ottawa, donde las autoridades lo consideraron un acto de vandalismo, aunque algunas personas afirmaron que solo se trataba de una travesura.
Los hasta ahora desconocidos responsables también pintaron en el cartel de vinilo el símbolo de la hoz y el martillo, convertido en emblema de la Rusia soviética y la ideología comunista.
Estos mensajes y elementos gráficos son considerados altamente ofensivos por personas que padecieron el comunismo o para quienes los asocian con un sello de opresión.
"La reacción inicial es tristeza. La segunda reacción es darse cuenta de que este tipo de comportamiento no hace más que volver a victimizar a los sobrevivientes del comunismo que encontraron la seguridad de Canadá y viven aquí", afirmó Ludwik Klimkowski, presidente de la organización Homenaje a la Libertad, que impulsa la creación del monumento.
De acuerdo con Klimkowski, al menos ocho millones de canadienses tienen familiares que sufrieron bajo varios regímenes comunistas opresivos y se sienten lacerados con estas manifestaciones provocadoras.
Por su parte, la Comisión Nacional de la Capital afirmó que el letrero ha sido eliminado y pronto se instalará uno nuevo.
Asimismo, dijo que la inauguración del monumento está prevista para el 2021, aunque la fecha puede variar por la pandemia de coronavirus.
La construcción del monumento fue defendida por el antiguo gobierno conservador del primer ministro Stephen Harper en 2008 y la Corte Suprema de Canadá.
Sin embargo, su construcción polarizó al país en 2014, y en 2016 se planteó la iniciativa por parte del gobierno liberal de realizar una consulta pública.
La principal fuente de discordia residía en el sitio donde se levantaría el monumento.
La ministra del Patrimonio de Canadá en 2016, Mélanie Joly, puso en marcha un sistema de consulta en línea, que permitió a los ciudadanos dar su opinión al respecto.
El gobierno de Harper había propuesto crear esta estructura a pocos metros de la Corte Suprema de Canadá, en el centro de Ottawa; pero Joly decidió que el proyecto seguiría en marcha en una ubicación distinta, más alejado de los edificios del gobierno.
"Este monumento honrará a los millones de personas que sufrieron o murieron bajo los regímenes comunistas totalitarios y celebrará el rol internacional de Canadá como un lugar de refugio para las personas que huyen de la injusticia, la persecución y la opresión", planteaba el cuestionario de la consulta pública.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, pensaba inaugurar el Monumento en 2018, pero esto se ha ido aplazando y ahora se prevé que abra sus puertas en 2021.
Recientemente, durante las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía, en varias ciudades de Estados Unidos se profanaron estatuas de conquistadores españoles, en las que se pintaron frases y símbolos de la hoz y el martillo. En Virginia, incluso, los manifestantes arrancaron la estatua de bronce de Cristóbal Colón del Byrd Park y la lanzaron a un estanque.
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