Las autoridades de Sancti Spíritus detuvieron a cinco personas involucradas en una violenta discusión en la cola para entrar a la tienda El Perla el pasado lunes 13 de julio.
En la ciudad corrió el rumor de que el Policía que organizaba la cola había fallecido debido a las lesiones que sufrió en la pelea, pero una nota del periódico Escambray desmintió la información.
El citado medio desmintió también que hubiera manchas de sangre en los alrededores del establecimiento o que el agente fuera responsable de lo sucedido y sus presuntos agresores habían escapado.
“Hoy conocimos a través de la Jefatura de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Sancti Spíritus que no hubo tal asesinato; de hecho, ningún agente del orden público fue atacado o herido”, sostiene el reporte.
“Se trató de un desorden público, una riña entre cinco personas que hacían la cola en las afueras del local, quienes comenzaron a agredirse entre ellos y llegaron, incluso, a la lesión física en algunos casos. Todos los implicados están siendo procesados en correspondencia con lo establecido”, detalla.
“Entre las cinco personas involucradas se encontraba una mujer en estado de gestación, con la cual la policía tuvo consideración en todo momento”, añadió.
Según la publicación, la cola fue motivada porque en El Perla ese día se comercializaban módulos de aseo, pero “una vez que concluyó la trifulca y la cola volvió a la normalidad, se prosiguió con la venta”.
“Tampoco fue agredido ninguno de los trabajadores de El Perla, el establecimiento no resultó dañado y, por ende, continúa prestando servicios”, explica la nota.
“En estos momentos prosiguen las investigaciones por parte del Ministerio del Interior (Minint), con lo cual pudiera incrementarse el número de personas involucradas o asociadas a este hecho de desorden público”, indica.
Aunque en la isla se esparcen rumores con facilidad, debido en buena medida a la demora de los medios de comunicación oficialistas para informar sobre temas “delicados”, además de la censura propia de los mismos, lo cierto es que en los últimos meses se han reportado varios hechos de violencia que implican a policías.
Tal vez el más difundido fue el del asesinato de un oficial de la PNR en Calabazar, La Habana, cuando un joven ingresó a la estación de esa localidad y, además de provocar la muerte a uno de los agentes, agredió a otros dos con un arma blanca.
Días después se informó la muerte del joven Hansel Ernesto Hernández por un disparo de la policía, también en La Habana, bajo circunstancias poco esclarecidas que quedaron prácticamente justificadas en una nota oficial del Ministerio del Interior (MININT).
A comienzos de julio, igualmente falleció otro cubano por un disparo de la policía en la municipalidad de San Cristóbal, provincia de Artemisa. Ambos hechos han sido reflejados muy superficialmente por la prensa oficialista, que, más bien, ha intentado hacer una limpieza de la imagen pública de las autoridades tras los acontecimientos.
El fin de semana, un joven cubano fue asesinado a puñaladas luego de una pelea en una playa de La Habana, en la zona de la playa cercana al hotel Mar Azul, de Santa María del Mar. Testigos del hecho aseguraron que los agentes de la policía no actuaron con rapidez.
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