Un periodista cubano la emprendió contra los llamados coleros, presentes en muchas colas en Cuba, mucho más en los actuales momentos de escasez generalizada y prolongada, a quienes denominó “especuladores por cuenta propia”.
Roberto Pérez Betancourt, de Matanzas, arremetió contra los coleros definiéndolos como “una especie de coronavirus social que se ha extendido también por otras provincias”.
En una crónica publicada en el portal web del telecentro TV Yumurí, el reportero criticó la actitud de los ciudadanos que en medio de una profunda escasez de artículos de primera necesidad en los mercados, “se aprovechan de las necesidades ajenas para sacar provecho personal, al margen de la ley”.
Pérez Betancourt relató que en la cola del supermercado La Sirenita, situado en la barriada de la Playa, conversó con una de esas coleras, quien le dio detalles de su actividad.
“Muchos de los que ocupan los primeros lugares –como yo–, estamos ‘luchando’, ¿usted me entiende? Hacemos un servicio público, porque compramos lo que necesitan personas que tiene mayor poder adquisitivo y les llevamos la mercancía a sus casas, ganando un porcentaje”, le contó la mujer, a quien el periodista identificó como Juanita.
“Fácil: el aceite, el litro, a cinco CUC, por supuesto; el detergente de un kilogramo a 10, el arroz, la libra a uno; la leche condensada, la latica a tres; el pollo, que es lo más demandado, a razón de tres CUC por kilogramo; las pastas al doble, que es lo justo, y así sigue la lista…”, añadió.
Finalmente, el comunicador se preguntó cuándo las autoridades pondrán un control sobre estas actitudes.
El problema de los coleros se ha convertido en tema de debate reciente en la prensa oficialista y dolor de cabeza para el Gobierno de la isla, a tal punto que el propio Miguel Díaz-Canel se refirió a ese tema en su intervención en la Mesa Redonda del pasado jueves.
Díaz-Canel llamó a la población a enfrentarse a los coleros y revendedores “de manera más decisiva y más intensiva”, como parte de la estrategia para paliar la crisis económica.
“Tenemos que enfrentar a los coleros de manera más decisiva y más intensiva. Tenemos que enfrentar los revendedores que nos complican la vida. Tenemos que enfrentar casos de corrupción que tratarán de aprovecharse de esta situación. Tendremos que enfrentar el mercado ilícito de divisas, pero para todo eso tenemos la fuerza la Revolución y la participación del pueblo”, dijo.
En los últimos días la prensa oficialista ha convocado a la ciudadanía a salirles al paso a estos individuos, que controlan las colas en los comercios para adquirir mercancías y comercializarlas posteriormente más caro, una actividad que ha proliferado por la terrible escasez de artículos de primera necesidad que se ha agudizado durante la emergencia sanitaria.
Un reportaje del Canal Caribe transmitido esta semana en el Noticiero Nacional de la Televisión, subrayó que es deber de la mayoría de las personas “impedir a unos pocos acaparar lo que corresponde a todos”.
La figura del colero no es más que la consecuencia de la ineficiencia de la economía estatal, la burocracia y la corrupción. En las últimas semanas agentes del Ministerio del Interior (MININT) de La Habana han detenido a más de 1000 coleros, de los cuales, a alrededor de 30, con reincidencia probada, se les abrió un proceso penal.
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