Vídeos relacionados:
La violencia doméstica en Cuba ha aumentado en medio de la crisis del coronavirus, que ha obligado a las familias a permanecer en sus casas para cumplir las pautas de distanciamiento social y evitar la propagación de la enfermedad.
El crecimiento de la violencia de género y doméstica en general fue reconocido este martes en un reportaje del oficialista Noticiero de Televisión, aunque no se aportaron estadísticas que muestren la magnitud del problema.
Lo más leído hoy:
El reporte periodístico sostuvo que a la carga de trabajos para las mujeres en los hogares se suman otro tipo de agresiones, las cuales muchas veces no se perciben como tales, pero igual impactan de manera negativa.
“Precisamente en condiciones de aislamiento se rompen los vínculos sociales en que las personas están insertadas naturalmente”, explicó Clotilde Proveyer, profesora de Sociología de la Universidad de La Habana.
Un grupo multidisciplinario de especialistas reunidas en la capital de la isla llegaron a acuerdos para habilitar una línea telefónica de ayuda. “Va a haber una conexión de la línea 106 con la de la policía y la fiscalía para la atención a la temática de violencia de género e intrafamiliar”, informó Proveyer.
“Sabemos que tenemos muchas cosas por hacer en materia de prevención, de atención a la violencia, pero estamos haciendo. No estamos esperando a que realmente suceda lo peor”, comentó Ada Caridad Alfonso, especialista del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
A pesar de que el reportaje del noticiero no dio detalles de casos, en los últimos meses se han informado de hechos de violencia de género que sí llegan al plano físico. De ejemplo está el de Leidiana Colina González, miembro de la organización opositora Las Marianas, quien fue agredida a tubazos en plena calle por su expareja, Yunier Pacheco Chacón, hace unas semanas.
Poco antes, Beatriz, una joven de 21 años y madre de una niña pequeña, fue asesinada a puñaladas por su expareja en Gibara, provincia de Holguín. El homicida quería retomar la relación que había dado por terminada Beatriz, y ante la negativa repetida de la joven, él la esperó a la salida de un gimnasio y la asesinó.
En abril, una mujer murió en Las Tunas presuntamente a manos de su exesposo, quien también acabó con la vida de sus hijas, de apenas 2 y 5 años cada una. El violento suceso se produjo el día 16 de ese mes en la comunidad rural El Indio, del municipio Amancio.
Sobre los feminicidios el escritor Orlando Luis Pardo Lazo opinó en un artículo que “la década de los años veinte del siglo XXI insular será, por desgracia, la Edad de Oro del feminicidio”.
Afirmó que “dichas muertes no constituyen una prioridad legal para una tiranía totalitaria en su larga, larguísima agonía terminal”.
“Para un archipiélago con once millones de almas presas a cielo abierto, las estadísticas de muertes de mujeres por el concepto eufemístico de agresiones, no parecen ser tan apocalípticas: poco más de un centenar de mártires del machismo por año. Pero son en realidad las cifras de un holocausto de género, donde el hombre cubano, humillado por seis décadas de fidelidad afeminada, se revira como una fiera contra la hembra que tiene a mano, y, acaso como castigo por ya no dejarse abrir sexualmente por él, la fulmina abriéndola de arriba abajo de un solo tajo”, escribió.
Archivado en: