El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apuesta por el despliegue de fuerzas federales en varias ciudades como respuesta al aumento de la violencia durante las últimas semanas, a raíz de las protestas por la muerte del afronorteamericano George Floyd a manos de un Policía en Minneapolis.
Trump utilizaría el Departamento de Seguridad Nacional en un modo sin precedentes, al emplear la agencia, creada tras los ataques del 11 de septiembre para evitar ataques terroristas, para reforzar a policías locales.
Este miércoles, el presidente ofrecería más detalles sobre lo que él ha denominado "Operation Legend" (Operación Leyenda, en español) que, en el contexto actual, podría fortalecer sus opciones de reelección, indica un despacho de la agencia AP.
Los despliegues de agentes federales se llevarían a cabo en Chicago y quizá otras ciudades gobernadas por demócratas donde se ha evidenciado un crecimiento de la violencia recientemente. Trump ya había desplegado agentes de Seguridad Nacional en Portland, Oregon, con el argumento de defender edificios federales de los manifestantes.
Sin embargo, la decisión ha sido muy criticada por líderes locales, quienes arguyen que la presencia federal sólo ha contribuido a aumentar la tensión con las autoridades, en lugar de fomentar la seguridad pública.
“Este es precisamente el tipo de despliegue tiránico de poder que preocupaba especialmente a los Padres Fundadores”, comentó Jeffrey A. Engel, director del Centro de Historia Presidencial en la Universidad Metodista del Sur.
El nuevo plan de Trump prevé el envío de unos 150 agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional a Chicago para ayudar a la policía local a lidiar con un auge de la delincuencia, según un funcionario que dio declaraciones a la citada agencia bajo condición de anonimato. Se espera que esos efectivos, que normalmente investigan el tráfico de personas, drogas y armas, se queden al menos dos meses en Chicago, según el funcionario.
En un tuit publicado el domingo, Trump culpó a los líderes locales por la creciente oleada de violencia en ciudades como Chicago, donde han muerto decenas de personas, incluidos niños pequeños.
Asimismo, advirtió que “los demócratas radicales de izquierdas, que controlan del todo a Biden, destruirán nuestro país tal y como lo conocemos”, en referencia a su rival demócrata para los próximos comicios, Joe Biden.
Agentes federales de organismos como la patrulla fronteriza o la agencia antidroga de EEUU ya habían sido desplegados al calor de las protestas por la muerte de Floyd. Con equipo antimotines, las fuerzas dispersaron a una multitud de la Plaza Lafayette, enfrente de la Casa Blanca.
Por su parte, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, se resistió mucho a la idea al principio, aunque rebajó el tono después de una reunión de autoridades sobre el plan del gobierno. La ciudad ha registrado 414 homicidios este año, frente a los 275 del mismo periodo de 2019.
“Lo que no aceptamos es la dictadura. No aceptamos el autoritarismo y no aceptamos la detención y arresto inconstitucional de nuestros vecinos. Es algo que no toleraré”, advirtió Lightfoot.
David Lapan, coronel retirado de Infantería de Marina y que fue secretario de prensa de Seguridad Nacional, así como responsable de asuntos públicos para el Departamento de Defensa, expresó su preocupación por la vaguedad de la línea entre las fuerzas militares y policiales, lo que “da la impresión de que se está utilizando a los militares para reprimir a la población”.
“No vamos a dejar que Nueva York, Chicago, Filadelfia, Detroit y Baltimore y todo esto, Oakland, sean un desastre. No vamos a dejar que esto suceda en nuestro país”, alertó Trump durante una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca el lunes.
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