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El presidente norteamericano Donald Trump dijo este jueves que algunas escuelas quizá necesiten aplazar la reanudación de clases este otoño por la pandemia, y propuso otorgar fondos a los padres de los estudiantes afectados para que busquen otras opciones educativas.
En una conferencia de prensa que tuvo lugar en la Casa Blanca, Trump aseguró que los distritos en algunas zonas de alto contagio “quizá necesiten aplazar su reapertura varias semanas”. Dijo que esa decisión recaerá en los gobernadores de cada estado.
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Aun cuando ha atenuado su postura, Trump insistió en que todas las escuelas deben “hacer preparativos para abrir”. Señaló que los estudiantes necesitan asistir a clases para impedir retrocesos en el aprendizaje y para que puedan acceder a los programas de alimentos y de servicios de salud mental.
El presidente también dijo que había decidido solicitar al Congreso una provisión de $105 000 millones a las escuelas como parte de su próxima iniciativa de asistencia por el coronavirus.
Si los distritos locales deciden no reabrir, el dinero debe ser canalizado a los padres para que puedan buscar otras opciones educativas, apuntó.
“Si las escuelas no reabren, los recursos deben entregarse a los padres para que envíen a sus hijos a escuelas públicas, privadas, subvencionadas, religiosas o para que tomen clases en casa”, afirmó.
“Debe darse a todas las familias la facultad de tomar la decisión correcta según sus circunstancias”.
A principios de junio, Trump amenazó con cortar el financiamiento federal a a las escuelas que no retomasen las clases en otoño.
"Los demócratas creen que sería malo políticamente para ellos si las escuelas estadounidenses abren antes de la elección de noviembre, pero es importante para los niños y las familias. Podría cortar el financiamiento si no abren", escribió el presidente en Twitter.
El mandatario también refirió que en Alemania, Dinamarca, Noruega, Suecia y muchos otros países las escuelas "están abiertas sin problemas".
A fines de marzo, el Senado norteamericano aprobó el mayor paquete de estímulo económico en la historia de Estados Unidos. En las últimas semanas, se ha hablado sobre la posibilidad de aprobar otro gran plan de alivio para los estadounidenses, seriamente afectados por la pandemia.
Si definitivamente se aprobara este nuevo paquete, los estadounidenses podrían beneficiarse con un nuevo cheque de estímulo, como ya ocurrió con el CARES Act.
Ese dinero representaría una ayuda fundamental, sobre todo si se toma en cuenta que casi un tercio de la ciudadanía usó sus cheques para pagar alquileres e hipotecas; uno de cada 10 lo empleó para comprar alimentos y productos de higiene (encaminados a evitar el contagio por el COVID-19, principalmente) y alrededor del 15% lo guardó por si surge alguna emergencia, mayormente relacionada con la pandemia.
Estados Unidos superó esta semana los cuatro millones de infectados por el coronavirus. La medida de casos positivos al día se ha situado en 66.000 y aumenta en 39 estados de la Unión.
También se ha producido un incremento de hospitalizaciones, que coloca varios centros al borde de su capacidad. En estos momentos, según el recuento Covid Tracking Project, hay 59 628 personas hospitalizadas en todo el país, cerca de las 59 940 del pico de abril.
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