Eliane Zaldívar, una cubana madre de tres niños y residente en el municipio Las Tunas de la provincia homónima, se encuentra angustiada por la penosa situación en que viven ella y sus hijos, a la espera de una solución del gobierno.
Zaldívar, de 32 años y trabajadora por cuenta propia, decidió escribirles una carta a las autoridades provinciales para referirle sus dificultades, confiando en que podrían darle una respuesta definitiva.
En la misiva, explica que es madre soltera de tres menores de edad, de 12, 9 y 2 años respectivamente, y en estos momentos se encuentra viviendo en una construcción propiedad de un familiar suyo, quien se la cedió para ayudarla.
Sin embargo, Zaldívar cuenta que la construcción no tiene condiciones para ser habitada y “menos con niños pequeños y con antecedentes de salud”. La misma está ubicada en un segundo nivel sin seguridad ni protección para un pequeño de 2 años. Además, carece de espacio, “por lo que vivimos hacinados”.
En marzo pasado —anota— su hijo pequeño estuvo 20 días hospitalizado, de ellos, 11 reportado de gravedad, por una neumonía que adquirió en la vivienda. La edificación tiene filtraciones y humedad, “la placa se está cayendo a pedazos, no tiene piso ni repello”.
Por otro lado, su hijo mayor tiene antecedentes de alergia y cada 2 o 3 meses le salen en ambas piernas una decena de forúnculos debido a los gérmenes que tiene en la piel, y no han logrado curarlo luego de múltiples tratamientos.
De igual forma, señala que viven en “condiciones para la recurrencia de enfermedades respiratorias y el desarrollo y proliferación de gérmenes”.
La joven recuerda que el 4 de octubre de 2019 el periódico Granma publicó una nota donde el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel habla de la prioridad para el subsidio de viviendas a madres de tres niños o más, menores de 12 años.
“Me dirijo a ustedes depositando toda mi fe y mi corazón en que se le prestará atención a mi caso, que se me dará respuesta ante esta solicitud que solo se basa en el bienestar de mis hijos, pues yo no tengo un techo para que puedan desarrollarse en condiciones humanas, porque es un derecho de la infancia”, dice Zaldívar, vecina del reparto Sosa.
El problema de la vivienda en Cuba se ha extendido por décadas, prueba de un fallo sistémico. Recientemente, varias familias en la provincia de Guantánamo lamentaron vivir en muy malas condiciones en diferentes zonas de la ciudad, al tiempo que criticaron la escasa atención que reciben por parte de las autoridades encargadas de ventilar sus casos.
“Siempre me han peloteado y nunca nada”, aseguró una de las jóvenes afectadas. “Es una mentira detrás de la otra”, concluyó otra.
De acuerdo con las cifras gubernamentales, existe un déficit de 900 000 viviendas en todo el país. El régimen ha admitido que la cantidad de inmuebles que se construyen cada año por parte del Estado es insuficiente y ha llamado a que la población resuelva el problema por sus propios medios, aun en medio de una severa escasez de recursos y la resultante inflación de precios.
El ministro cubano de la Construcción, René Mesa Villafaña, aseguró a finales de mayo en el espacio oficialista de Mesa Redonda que hay 122 072 viviendas con piso de tierra y 9 611 cuarterías contabilizadas en todo el país.
Otros datos ofrecidos por las autoridades cubanas revelan que la isla necesitaría levantar 520 mil viviendas y rehabilitar otras 400 mil para satisfacer la demanda nacional.
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