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La aguda escasez de alimentos, sus altos precios en dólares para el bolsillo de los ciudadanos empobrecidos y las largas colas para tramitar una tarjeta bancaria y comprar están solapando la carencia generalizada de medicamentos, que golpea especialmente a ancianos y enfermos crónicos, pese a que el gobierno proclama que Cuba salva y es una potencia médica.
Blanca Rosa Valdés (Jubilada, 76, Cayo Hueso) lleva la cuenta de muchos de los medicamentos que faltan: Duralgina, Paracetamol, Clorodiacipoxido, Novatropin, Alusil, Clonazepam, Cloptalidona, Meclizine, Amoxicilina en pomada, etcétera.
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"Unos 3 meses atrás, eran unos 70 medicamentos en falta en el barrio, ahora son más; pero mijito no me pidas tanta precisión, que no tenemos café y mi marido Simbad está con tremendo dolor de cabeza", remató.
Agustín Rodríguez (Economista, 43, Luyanó) su mujer padece de ansiedad y "lleva tres meses sin ansiolíticos, no aparecen los medicamentos ni aunque podamos comprarlo en el mercado informal".
"¿Cómo vamos a salir de esta situación, una vez se supere la emergencia sanitaria si no hay recursos? Cuba es un país noqueado y estamos tristes; pero el gobierno avisa en sus mensajes que son medidas coyunturales y las personas tenemos memoria y hemos asistido varias veces a la reversión de medidas beneficiosas para los cubanos", concluyó.
Emelina Figueroa (Propietaria alojamiento privado, 78, Plaza de la Revolución) "si, mi niño, el otro dia me subió la presión a 170 porque estoy sin Enalapril, por suerte me puse como loca a preguntar y una vecina me regalo cuatro pastillas y, como las pico a la mitad, he resuelto".
"Anteriormente, tuve que tomar unas vencidas que tenía otro vecino. He tratado de comprarlas a sobreprecio pero nada. Llega a la farmacia pero hay que marcar desde las 3 de la madrugada porque no llegan suficientes pastillas", contó.
"Hace rato que estén faltando muchos medicamentos, no solo el que yo tomo para la presión, asi pasa con los antihistamínico y los antibióticos; las medicinas de los diabéticos y los cardiopatas. En fin, no soy la única dentro de esta crisis. Tengo que tomar el Enalapril a diario y, cuando lo dejo de tomar, al tercer o cuarto dia me sube mucho la presión", agregó.
Delia Reinoso (Maestra de primaria, 36, Los Arabos, Matanzas). "Mi marido trabaja en un hospital y allí también faltan muchos medicamentos, así que imagínese en las farmacias; yo por suerte no padezco de nada, pero imagínese personas asmáticas o hipertensas".
"La peor enfermedad de Cuba es la tristeza, ya no tenemos esperanzas de nada ni en nadie ¡en nadie! porque todos los países pasan por dificultades, pero óigame, es que aquí nunca salimos de la crisis", aseveró.
En marzo, el ministro de Economía y Planificación (MEP) de Cuba, Alejandro Gil Fernández dijo en una "Mesa Redonda" que su gobierno garantizaría el suministro estable de doce medicamentos y de oxígeno medicinal, calificándolos como "prioritarios", pero nunca se ha publicado la lista de esa docena de medicinas, por la que preguntamos al titular de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, en un cuestionario público que nunca ha respondido.
"En el gobierno somos conscientes del descontento de la población con la falta de medicamentos, pero la crisis financiera y el sabotaje permanente del gobierno de Estados Unidos nos impide comprar medicamentos o las materias primas necesarias para producirlos en el país", dijo una fuente del MEP.
"Quizá sea también un problema organizativo, pero que personas enfermas y adultos mayores tengan que estar haciendo colas de madrugada para adquirir sus medicamentos es una imagen negativa que nos daña a todos", admitió.
En barrios, pueblos y ciudades de Cuba se repite la imagen de personas de todas las edades, incluidos ancianos y enfermos crónicos en colas de varias horas, que incluyen vigilias nocturnas para que nadie se cuele, según los testimonios recabados en diferentes zonas de la isla.
Un 43% de los cubanos no puede comprar los medicamentos que necesitan en la red de farmacias estatales y, de ellos, un 37% puede comprarlos en el mercado informal, pagando un sobreprecio por las medicinas para su curación y/o tratamientos permanentes, según el Segundo Informe sobre Derechos Sociales del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
Un 16% de los cubanos aseguró poder comprar sus medicinas en las farmacias y un 3% indicó que no puede comprarlas por su alto costo, siempre según el informe del OCDH.
Una visita a la web Revolico.com refleja un mercado informal de venta de medicamentos que opera con las ventajas de la escasez de medicamentos en las farmacias que venden en pesos cubanos y, en los casos de pacientes crónicos mediante un "Tarjetón" equivalente a la Libreta de racionamiento de alimentos a precios subsidiados.
El gobierno cubano tiene una red de "Farmacias Internacionales", que son propiedad estatal y que vende medicamentos en dólares y CUC, con varias boticas en La Habana, Varadero y provincias y una red de clínicas y sanatorios orientados a sus programas de Turismo de salud, que nunca se han consolidado, pese al prestigio y la propaganda oficial de la medicina cubana.
En 2017, una misión empresarial española intentó llegar a un acuerdo con las autoridades cubanas para "exportar el modelo de COFARES, pero encontramos una resistencia tremenda en FARMACUBA", reveló uno de los participantes en aquella expedición económica a La Habana.
COFARES es una cooperativa que agrupa a 11 mil 317 farmacéuticos, a siete mil farmacias y facturó tres mil 422 millones de euros, el año pasado, según cifras de la entidad, "pero los cubanos no vieron con buenos ojos nuestro modelo e insinuaron que nuestra propuesta era una intromisión en sus asuntos", concluyó el empresario.
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