Si eres un pelotero veterano, te pasas casi dos años sin actividad a causa de problemas severos en ambos talones y un tobillo, regresas con una línea ofensiva deplorable y rematas la situación abandonando al equipo inesperadamente, lo más lógico sería pensar que estás jugando a suicidarte en el plano deportivo.
Tal ha sido el camino descrito por Yoenis Céspedes, un slugger de 34 años que se apartó de los diamantes desde el 20 de julio de 2018 debido a lesiones en las extremidades inferiores, volvió ahora al line up de los Mets con un rendimiento discretísimo y finalmente ha optado por apartarse de la campaña en curso alegando que no quiere contagiarse de COVID-19.
La noticia sorprendió a unos, irritó a otros, pero a nadie agradó. El cubano le puso fin a su relación con la franquicia de la Gran Manzana de manera muy poco elegante una vez que no se reportó al estadio, se marchó sigilosamente del hotel y no informó a la directiva del conjunto hasta horas más tarde, cuando su agente hizo una llamada telefónica a mitad del juego dominical ante los Bravos.
“Esta es una manera decepcionante de terminar”, dijo al USA Today el gerente general de la organización, Brodie Van Wagenen, quien agregó que “apoyamos el derecho de los jugadores a tomar este tipo de decisión”, reconoció que “este es un momento difícil para todos” y concluyó apuntando que “tenemos que avanzar y no permitir que nada nos impida seguir adelante”.
A pesar de que una fuente reveló que Céspedes no compartía algunas determinaciones de los Mets, su representante Carlos Vásquez informó que su salida estaba relacionada “exclusivamente” con preocupaciones por la situación del coronavirus.
Este año La Potencia había fungido como designado en ocho desafíos, con pobre cosecha de cinco imparables en 31 turnos oficiales, para average de .161. Encima llevaba la friolera de 15 ponches, lo que lo colocaba en el subliderato de ese departamento en la Liga Nacional.
Su partida, ante todo, lo hará perder los 2.2 millones de dólares que tenía asegurados para esta temporada, pero además lo pondrá en una posición desfavorable (muy desfavorable) dados los elementos señalados en el párrafo inicial. Y es una lástima, porque se trata de un pelotero que en siete campañas ha conseguido un respetable slash line de .274/.328/.498, con dos Juegos de Estrellas e igual cantidad de victorias en el Derby de Jonrones.
Al concluir el atípico campeonato de 2020, Céspedes será agente libre sin restricciones, y ojalá que no le falte algún contrato. No obstante, yo presiento que acaba de dejar ir su último tren. Quién sabe si en su hogar de Port St. Lucie, en este justo instante, él sospeche lo mismo.
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