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La Empresa de Cepillos y Artículos Plásticos Juan Antonio Márquez (Cepil), de Ciego de Ávila, tiene al 42 por ciento de sus trabajadores reubicados en la agricultura y la campaña antivectorial.
Los directivos aseguran que "se debe al bloqueo que sufre el país", pues no logran adquirir las materias primas necesarias, especialmente en medio de la pandemia del coronavirus que afecta los principales mercados.
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Sin embargo, Cepil se encuentra en un proceso de instalación y prueba de nuevos equipos de una línea de fabricación de envases en Cuba. Se espera que la moderna tecnología ayude a sustituir importaciones.
Oscar Morales Jiménez, director de la entidad, informó que la crisis de la COVID-19 impidió que los especialistas chinos, productores de la tecnología, viajen a la Isla para darle la arrancada a la fase productiva.
Los fabricantes autorizaron que se pongan a prueba cada máquina que quede montada. La empresa posee un nivel de materia prima suficiente por lo que avanzan con las pruebas respetando los protocolos de instalación.
La inversión está valorada en 4 millones 100 mil dólares. Son 7 máquinas con sus equipos auxiliares para la producción de las cubetas que se destinarán, entre otros clientes, a la empresa cubana Pinturas Vitral.
La nueva tecnología graba e imprime la etiqueta y marca del producto, de acuerdo con el diseño propuesto por los clientes. Se fabricarán cubetas con capacidades para 19, 10 y 3,8 litros.
Esta línea de producción de recipientes puede emplearse también para envasar otros productos, como alimentos. Permitirá elaborar una gama de artículos plásticos como un nuevo diseño de percheros, cestos con tapa para desechos, escurridores de vajillas, orinales para niños y potes de 0,5 a litro y medio.
Los trabajadores que aún se encuentran en la empresa se encargan de producir los surtidos del módulo de canastilla que ofrece Comercio Interior, escobas y otros productos, según indica el Periódico Invasor.
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