El anciano cubano Minardo Pérez Rodríguez, de 74 años y residente en el municipio de Marianao, en La Habana, está desaparecido desde el viernes y su familia pide ayuda para encontrarlo.
Una sobrina de Minardo dijo a CiberCuba que su tío salió el viernes a la 1:00 p.m. a hacer un mandado y no regresó.
Afirmó que sus tres hijos y esposa, de 67 años, están desesperados; pero ni la policía ha podido darles información sobre el paradero del anciano, residente en Avenida 29 # 13019 entre 130 y 132, reparto Zamora, Marianao.
"No hemos tenido ninguna noticia, ya fuimos a Medicina Legal y no está. Dejamos su foto para cualquier información, porque estamos muy deprimidos", expresó su sobrina, quien suministró estos teléfonos celulares disponibles para informes: 52657352, 59103734, 52589525 y 52728820.
Contó que al salir de su casa el viernes, Minardo llevaba un pulóver color verde aceituna y una gorra amarilla.
Desde hace un tiempo estaba presentando lagunas mentales, pero por lo general se encontraba bien de salud, aseguró la mujer.
La última vez que alguien lo vio estaba por el Puente de La Lisa, informaron algunas personas a su familia, que se encuentra desesperada y sin noticias casi cuatro días después de su desaparición.
La noticia de la desaparición de Minardo ha sido compartida por usuarios de la red social Facebook, pero todavía no hay pistas del anciano.
Durante la emergencia sanitaria del coronavirus varios adultos mayores se han extraviado en La Habana, aunque estos han sido encontrados posteriormente.
El pasado 17 de junio un joven trabajador del Hospital Clínico de 26, en La Habana, encontró a un anciano desorientado en el parque de la entrada del centro médico. Luego supo que llevaba varios días perdido y no había podido regresar a su casa en Playa porque no había guaguas.
Días después, el 23 de junio, también desapareció en El Cerro, La Habana, el adulto mayor Lorenzo Martínez Cadena, quien padecía demencia senil.
Un informe sobre Derechos Sociales en Cuba presentado el pasado 12 de junio detalló que la situación de los ancianos en la isla es muy compleja.
Aparte de la crisis económica que golpea a la mayoría, una gran parte de esta población es aún más vulnerable por padecimientos comunes en el país como la hipertensión, la diabetes y la demencia senil.
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