La tormenta tropical Isaías provocó la muerte de al menos una persona en un barrio de casas rodantes en Carolina del Norte, tras el paso de un tornado asociado con el fenómeno meteorológico.
Los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes (CNH) indican que puedan formarse más trombas mientras la tormenta se abre paso hacia Washington y otras ciudades del noreste de Estados Unidos, luego de azotar este martes el estado de Virginia.
De acuerdo con el último reporte del centro, Isaías se situaba unos 160 kilómetros al sur de Washington. El CNH también advirtió que podrían producirse tornados en el sur de Nueva Jersey y el sureste de Pensilvania, que podrían surgir además en los estados de Virginia, Nueva York y Nueva Inglaterra.
Las observaciones apuntan que tormenta se movía con dirección norte a una velocidad de 54 kilómetros por hora (Km/h) y presentaba vientos máximos sostenidos de 110 (Km/h).
A partir de su trayectoria estimada, las autoridades estadounidenses emitieron sendas advertencias de tormenta tropical para toda la zona de la costa Atlántico norte hasta Maine, incluyendo a ciudades importantes como Washington, Filadelfia y Nueva York.
Washington comenzó a experimentar intensas lluvias a medida que la tormenta se acercaba, por lo cual las autoridades alertaron de la posibilidad de inundaciones en algunas zonas bajas.
Más de 600 000 viviendas y negocios se encontraban sin energía eléctrica en Carolina del Norte y Virginia, según las compañías de servicios públicos.
Isaías retomó la categoría de huracán por la noche del lunes, justo antes de tocar tierra en el sur de Carolina del Norte, pero fue degradado nuevamente a tormenta tropical al tiempo que inundaba calles y casas en el estado.
Anteriormente, había amenazado Florida, motivando que el gobernador Ron DeSantis declarara un estado de emergencia para 19 condados, incluidos los de Monroe, Miami-Dade, Broward y Palm Beach. Sin embargo, el riesgo de que afectara el territorio fue disminuyendo y el domingo comenzaron a levantarse paulatinamente las advertencias.
El fenómeno causó estragos igualmente en algunos territorios del Caribe. En Cuba, afectó principalmente la localidad de Baracoa, en Guantánamo, al oriente del archipiélago. Su incidencia en las costas provocó la penetración del mar, que arrasó con varias casas en la zona baja y el litoral del municipio guantanamero.
Ostentando la categoría de huracán, destruyó parcial o totalmente los techos de un buen número de casas, tanto de tejas como de concreto, y derribó algunas paredes. De igual forma, las calles quedaron llenas de escombros y pedazos de madera y zinc que el mar arrastró varias cuadras adentro.
A raíz de las estragos, una brigada de trabajadores comenzó a instalar yaquis de 12 toneladas de concreto en el malecón de Baracoa, a fin de mitigar los efectos del mar contra las viviendas en el sector más vulnerable de la zona.
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