En virtud de que la presente campaña de Ligas Mayores durará menos que el clásico merengue en la puerta del colegio, no me parece apresurado ni ocioso echar un vistazo desde ahora a las opciones que tiene el portento cubano Luis Robert de alzarse con el premio al Novato del Año.
Ida la sexta parte del calendario regular, un hombre se vislumbra como el principal obstáculo en el camino del outfielder avileño, candidato número uno de la mayoría de los expertos. Cierto es que sobran buenos aspirantes (por ejemplo, los derechos Nate Pearson, Jordan Romano, Cristian Javier y James Karinchak), pero sin dudas todo apunta a que Kyle Lewis será el rival a derrotar.
Se trata de un jardinero de 25 años (6 pies 4 pulgadas, 205 libras) que batea y tira a la derecha y pertenece a los Marineros de Seattle. Luego de lucir inmenso en el campamento de verano del equipo, Lewis se abrió espacio en la titularidad y respondió con diez juegos seguidos bateando de hit a partir de su debut.
Tal fue su carta de presentación. Esa, y también una impresionante demostración de poder en cada swing. Sin embargo, no debiera pasarse por alto que se tragó 19 ponchetes en sus primeros 48 viajes al home plate.
Por el momento, su estadística ofensiva aventaja ligeramente a la de Robert, que sin embargo muestra más integralidad por su capacidad para correr las bases o defender la pradera ancha.
Vistos los datos, ¿cree entonces que Robert podrá convertirse en el sexto Novato del Año cubano después de Tony Oliva (1964), José Canseco (1986), José Fernández (2013), José Abreu (2014) y Yordan Álvarez (2019)?
Muy pronto lo sabremos. En mi caso particular no tengo dudas, siempre y cuando la salud no lo abandone.
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