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El periodista e influencer cubano Yusnaby Pérez agradeció en tono sarcástico haber aprendido “muchísimo” del trabajo represor de los agentes de la Seguridad del Estado, especialmente en plataformas digitales y redes sociales.
“Ya tengo un máster en defensa contra el ciber-acoso y ciberbullying”, dijo en una publicación de Facebook en la que comienza adelantando que quería hacer “algo inusual”.
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“Siempre le agradezco a todos los que me apoyan, hoy quiero hablarles a mis peores detractores: los compañeros de la inseguridad del estado; y lo haré esta vez y ya”, dijo al inicio del texto.
“Hace 5 años decían que yo era el que repartía el café en los pasillos de Univisión. ¡Como si eso fuese denigrante! Las dos señoras cubanas que lo hacían se hicieron muy amigas mías y me encantaba almorzar con ellas. Aprendí cantidad de sus experiencias. Hace tiempo no las veo porque ya no trabajo ahí, pero las sigo en las redes sociales”, explicó.
“Ahora dicen que si estoy gordo, que me paga la CIA y cuanta satanización humana se puedan imaginar. ¡Es normal! ¡Es su trabajo! ¡Yo lo veo así! Son agentes de una dictadura sentados en una computadora vieja con Windows XP (y sin poder comprar en Amazon) intentando callar a las voces libres con un bullying reciclado y repetitivo”, agregó.
“Me gustaría que las personas que comienzan en las redes sociales y se exponen como yo (sobre todo adolescentes y jóvenes) aprendan a ser fuertes y a evitar que críticas absurdas en vez de afectarles les motiven para seguir siendo ellos mismos, libres y sin censura”, expuso.
“Y a quienes comentan deliberadamente destilando odio: piénsenlo dos veces, puede afectarle demasiado a la persona que está del otro lado; o peor aún, pueden encontrarse una respuesta educada pero sutil como las mías”, concluyó.
Los aparatos represivos del gobierno cubano no solo emprenden acciones físicas, sino que en los últimos años, con la tímida expansión del internet en la Isla, han estado vulnerando la seguridad de las cuentas personales y la información almacenada en dispositivos de uso privado.
Uno de los ejemplos más recientes es el hackeo de la cuenta del Movimiento San Isidro en Facebook, donde expusieron imágenes sexuales del artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, incluyendo un video practicando cibersexo, en un claro intento por desacreditarlo ante sus seguidores.
Sin embargo, con este acto salieron a relucir los prejuicios homofóbicos y de otros tipos que maneja el discurso gubernamental para deslustrar las figuras de quienes disienten de la ideología dominante.
A raíz de las publicaciones, Otero Alcántara acusó al gobierno cubano de fomentar la homofobia para atacar a los activistas que se oponen al régimen, culpando directamente al gobernante Miguel Díaz-Canel y al expresidente Raúl Castro por la violación de su intimidad.
“Para mí la sexualidad, la moral, la intimidad, son herramientas de mi trabajo, y más que herramientas de mi trabajo son herramientas de mi activismo. Son ejercicios que no voy a dejar que ellos tengan esa arma para chantajearme”, sostuvo.
“El régimen debe velar por la seguridad, por la cultura donde la ciudadanía pueda aprender y abandonar la homofobia y abandonar el racismo. En vez de trabajar para eliminar la homofobia, la fomenta y la usa como una herramienta de desprestigio y una herramienta para atacar a los activistas”, añadió.
Como respuesta al ciberataque contra Otero Alcántara, varios cubanos decidieron apoyarlo mostraron sus cuerpos desnudos en redes sociales ya que, para muchos, no fue más que otra parte de una campaña de difamación.
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