Laura ha continuado ganando en organización e intensidad a medida que recorre el Golfo de México y se aproxima a Estados Unidos, y en la tarde de este miércoles alcanzó la categoría 4 como Huracán, al registrar vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora (kph).
Se espera que provoque “vientos extremos, inundaciones y condiciones catastróficas”, de acuerdo con meteorólogos locales. Los informes recientes del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) ubican al fenómeno a unos 320 kilómetros al sur-sureste de Port Arthur, en Texas.
Con anterioridad se había previsto que Laura tocara suelo estadounidense potencialmente como un organismo de gran intensidad tras fortalecerse en las aguas del Golfo de México. Las autoridades del país norteamericano ya han visto evacuado a cientos de miles de personas ante la inminente posibilidad de penetraciones del mar, vientos extremadamente fuertes e inundaciones.
Se trata de la evacuación más grande en Estados Unidos durante la pandemia de coronavirus. Más de medio millón de personas han sido alertadas del peligro y han recibido indicaciones de mantenerse en sus viviendas.
“El huracán Laura es un huracán muy peligroso y que se intensifica rápidamente. Mi Administración sigue plenamente comprometida con los gerentes de emergencia estatales y locales para continuar preparando y ayudando a los grandes pueblos de Texas, Luisiana y Arkansas. Escuchen a los funcionarios locales. Estamos con ustedes!”, expresó el presidente de EE.UU., Donald Trump, en redes sociales.
Más de 385 000 residentes recibieron instrucciones para evacuar Beaumont, Galveston y Port Arthur, mientras que otras 200 000 deberán abandonar el suroeste de Luisiana, donde los meteorólogos alertan que la penetración del mar podría sumergir comunidades enteras.
Debido a la inminencia de las afectaciones, se espera que en las próximas horas se produzcan cortes de electricidad y que algunas áreas queden sumamente dañadas por el paso de este evento meteorológico.
El 84% de la producción de petróleo del golfo y cerca del 61% de la de gas natural se han detenido y alrededor de 300 plataformas en el mar han sido desalojadas.
Laura apuntaba al centro de refinación de la industria energética en las costas de Texas y Luisiana. Nueve plantas de procesamiento de petróleo que convierten cerca de 2,9 millones de barriles de petróleo por día en combustible, y que representan alrededor del 15% del procesamiento de Estados Unidos, fueron cerradas. Chevron Corp y Motiva Enterprises detuvieron dos refinerías de petróleo en el área el miércoles.
Se estima que el poderoso huracán toque tierra a finales de este miércoles o principios del jueves. La tormenta más fuerte que ha golpeado la zona desde el huracán Rita en 2005 podría provocar una marea de hasta 4,6 metros en las plantas a lo largo de la frontera entre Texas y Luisiana, señaló el Centro Nacional de Huracanes.
A su paso por el Caribe, todavía bajo la categoría de tormenta tropical, Laura causó la muerte de 20 personas en Haití y de 3 ciudadanos de República Dominicana. En Cuba no provocó pérdidas de vidas humanas, pero se calcula que más de 2000 viviendas hayan resultado dañadas por el fenómeno, además de otras afectaciones en la red eléctrica y la agricultura.
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