Ivanka Trump, asesora e hija del presidente Donald Trump, defendió este jueves la gestión de su padre al frente del gobierno en los últimos cuatro años; dijo que “es la voz de los olvidados en EE.UU.” y que su presidencia “ha cambiado Washington”.
“Es nuestro comandante en jefe, defensor del trabajador estadounidense, defensor del sentido común y nuestra voz para los hombres y mujeres olvidados de este país. Es nuestro presidente y mi padre, Donald J. Trump”, dijo una emocionada Ivanka en su discurso en el jardín sur de la Casa Blanca, con el que introdujo la intervención final del presidente norteamericano en la Convención Nacional Republicana.
“Donald Trump no vino a Washington para ganarse el elogio de las élites de la circunvalación. Donald Trump vino a Washington por una razón, y solo una razón: ¡Para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande!”, dijo.
La empresaria de 38 años también dijo que su padre "se niega a renunciar a sus creencias para ganar puntos con la élite política. Para mi padre, ustedes (el pueblo) son la élite. Washington no ha cambiado a Donald Trump, Donald Trump ha cambiado Washington", añadió.
“Mi padre tiene fuertes convicciones. Sabe lo que cree y dice lo que piensa. Ya sea que esté de acuerdo con él o no, siempre sabrá cuál es su posición. Reconozco que el estilo de comunicación de mi papá no es del gusto de todos. Y sé que sus tweets pueden parecer un poco sin filtros, pero los resultados hablan por sí mismos”, admitió en otro momento la hija de presidente norteamericano.
“La gente lo ataca por ser poco convencional, pero lo amo por ser real y lo respeto por ser efectivo", precisó.
Ivanka presentó a Trump como un hombre golpeado por la crisis del coronavirus, a quien ve sufrir cada vez que recibe los reportes estadísticos de los fallecidos.
"La pena, el dolor y la ansiedad durante este tiempo es sentida por todos", dijo. "He estado con mi padre y he visto el dolor en sus ojos cuando recibe actualizaciones sobre las vidas robadas por esta plaga"; y enfatizó que Trump rechaza "la cínica noción de que los mayores logros de este país han quedado atrás".
La hija favorita del presidente aludió en diversas ocasiones a su discurso de hace cuatro años, durante la Convención Nacional Republicana de 2016, celebrada en Cleveland, donde también tuvo el papel de introducir a su padre.
"Hace cuatro años les dije que lucharía junto a mi padre y cuatro años después, ¡aquí estoy!", afirmó Ivanka Trump.
“Hace cuatro años, les presenté a un constructor, un emprendedor, un forastero y el candidato del pueblo para presidente de los Estados Unidos. Esta noche, me presento ante ustedes como la orgullosa hija del presidente del pueblo", agreg´.
"Estados Unidos no necesita otro barco vacío que haga lo que los medios de comunicación y la periferia de su partido exijan. Ahora más que nunca, Estados Unidos necesita cuatro años más de un Guerrero en la Casa Blanca", concluyó Ivanka, antes de dar paso a Donald Trump y a la Primera Dama, Melania.
Mientras Ivanka Trump pronunciaba el discurso ante más de 1.000 personas, de fondo se escuchaban bocinas de una protesta antigubernamental convocada en las inmediaciones de la Casa Blanca. Al término del evento, el senador Ron Paul denunció que tuvo que recibir protección policial cuando varios manifestantes lo agredieron violentamente a la salida de la Casa Blanca.
Trump acepta nominación presidencial
El presidente Donald Trump aceptó este jueves su nominación para un segundo mandato en la Casa Blanca con un discurso en el que arremetió contra su rival demócrata, Joe Biden, al que presentó como una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
"Nadie estará seguro en los Estados Unidos de Biden", dijo Trump al clausurar la Convención Nacional Republicana desde los jardines de la mansión presidencial en Washington.
Desfinió a su rival como un "el destructor de los empleos americanos", y concluyó que si se le da la oportunidad, "será el destructor de la grandeza americana".
La intervención del mandatario terminó poco antes de la medianoche en medio de un espectáculo de fuegos artificiales y canciones de ópera a cargo del tenor Christopher Macchio desde un balcón de la Casa Blanca, recinto que por primera vez en la historia acogió una ceremonia de de estas características.
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