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El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla aseguró que conversó telefónicamente con su homóloga de Kenya sobre la situación de los médicos secuestrados en ese país desde hace casi año y medio.
Sin ofrecer más detalles de lo que conversaron telefónicamente, Rodríguez Parrilla agregó que se revisó el estados de las relaciones bilaterales y la cooperación en los organismos internacionales.
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Varios usuarios de la red social reaccionaron de manera inmediata al mensaje, cuestionando al diplomático cubano por la poca transparencia con que tratan el tema y exigiendo más información.
"¿Hasta dónde va a llegar el abandono, la desidia y la indolencia del régimen cubano? Llevan casi 17 meses sin decir nada y sin efectuar negociaciones con los secuestradores", "Habla claro, no nos intoxiques con baba insípida ¿Donde están nuestros dos médicos?", "Quisiera que el señor Bruno Rodríguez me diga, si van a pagar el millón y medio de dólares para el rescate. Ese dinero quien tiene que darlo es Raúl Castro de sus arcas. Cobraron 2.5 millones de dólares del crucero que atracó en Cuba. Usen ese dinero para el rescate", fueron algunos de los mensajes.
Como norma, los dirigentes cubanos tratan de dar pocos detalles del proceso de negociación que aparentemente llevan a cabo los gobiernos de la isla y Kenya. Hace un mes el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, dijo hablar con su homólogo africano de ese tema y aseguró que se "trabaja arduamente".
A pesar de la incertidumbre que hay sobre el caso de los dos galenos secuestrados y la verdaderas acciones por parte de las autoridades cubanas para garantizar su seguridad, otros 20 especialistas fueron enviados a ese país africano para atender a pacientes con el nuevo coronavirus.
Esto ocurrió luego que la prensa local de Kenya asegurara que se renovó el contrato a los médicos cubanos por seis meses, aunque existe la posibilidad de que sea por varios años.
El médico cirujano Landy Rodríguez y el especialista en medicina general Assel Herrera cumplieron el 12 de abril un año detenidos por presuntos miembros del grupo yihadista somalí Al Shabab en la ciudad keniana de Mandera, próxima a la frontera con Somalia.
Desde entonces muy poco se ha sabido sobre ellos y tanto Cuba como Kenya mantienen el más estricto silencio sobre las negociaciones para pagar el rescate solicitado y devolverlos a salvo a su familia.
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