El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel afirmó que si la población cumple con las medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus, el país podrá vencer la pandemia a pesar de “unos pocos indolentes”.
“Estoy convencido de que con la participación protagónica de la mayor parte de la población, unida a la labor y el esfuerzo gubernamental e institucional, apoyando las medidas, evitando que unos pocos indolentes atenten contra lo que nos debe conducir a un mejor estado con relación a la pandemia, podemos vencer de una manera más rápida”, dijo.
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“La mayoría está de acuerdo en que tenemos que superar la indolencia de unos pocos para que todos estemos mejor”, añadió.
El sábado, en reunión del grupo de trabajo creado por el gobierno para el control de la epidemia, Díaz-Canel se refirió a la grave situación sanitaria de La Habana, que el próximo martes entrará en un nuevo periodo caracterizado por severas limitaciones a la vida de sus residentes.
“El éxito que podamos tener no depende de la declaración de las medidas por sí mismas, el elemento fundamental es la participación ciudadana, el protagonismo de nuestra población en llevar adelante, de manera eficaz, el cumplimiento de estas medidas”, recalcó.
En este momento en la capital permanecen ingresados en hospitales 487 enfermos, de un total de 556 pacientes activos que hay en el país.
La ciudad tiene abiertos seis eventos de transmisión local y 167 focos en todos los municipios.
“Esta fue una semana en la que lamentamos pérdidas de vidas humanas, donde creció el número de enfermos, y hemos estado trabajando con las tensiones que da un escenario de transmisión de la enfermedad, fundamentalmente en la capital”, reseñó el dirigente.
“Se han tenido que hacer esfuerzos para atender varios focos y eventos, y la amenaza de su extensión a otras provincias”, precisó.
Como lo ha hecho en anteriores ocasiones, el mandatario defendió el control sobre aquellos ciudadanos que incumplan las últimas disposiciones adoptadas para intentar detener el rebrote de la enfermedad.
“Tienen que ser aplicadas con rigor, con severidad, para lograr los deseos que compartimos entre todos y que la propia población sugirió”, subrayó.
El pasado martes Díaz-Canel pidió “arreciar” la vigilancia sobre la población para garantizar que se cumplan las disposiciones adoptadas.
“Ya no estamos en tiempo de hacer más convocatorias. Ya a la gente le hemos pedido toda la responsabilidad social necesaria, le hemos dado todos los argumentos”, dijo.
El líder comunista amenazó con “actuar duramente contra aquellas personas que se quitan el nasobuco y que se oponen a las medidas que se han aplicado”, a las que tildó de irresponsables al estar “contaminando, contagiando y poniendo en riesgo al resto de la población”.
Ante el incremento de los casos positivos de COVID-19 en la Isla, fundamentalmente en la capital, el régimen anunció esta semana nuevas restricciones, y recalcó que quienes las incumplan serán sancionados a pagar una multa de 2000 pesos.
Entre las más importantes está la implantación de un toque de queda en La Habana entre las 7:00 de la tarde y las 5:00 de la mañana a partir del 1ro de septiembre, así como la prohibición a comprar en las tiendas que están fuera del municipio de residencia.
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