Muere en accidente de tránsito destacado entrenador cubano de béisbol

Mendoza era considerado como uno de los mejores entrenadores de esta disciplina en categorías infantiles durante los últimos 15 años.

Ramón Marrero Mendoza © Facebook / Ibrahín Sánchez Carrillo
Ramón Marrero Mendoza Foto © Facebook / Ibrahín Sánchez Carrillo

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Este artículo es de hace 4 años

El entrenador cubano de béisbol, Ramón Marrero Mendoza, murió este domingo en un accidente de tránsito en Bayamo.

El sepelio de Mendoza, de 51 años, tuvo lugar en la mañana de este martes en la necrópolis de Bayamo.


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La emisora local Radio Ciudad Monumento informó de la pérdida significativa que ha tenido el movimiento deportivo en la provincia, pues Mendoza era considerado como uno de los mejores entrenadores de esta disciplina en categorías infantiles durante los últimos 15 años.

El entrenador cubano prestó colaboración técnica dos veces en Venezuela, donde ganó un sólido prestigio como entrenador en las categorías pioneriles (9-10 años), donde tenía más de 20 años de desempeño en el Combinado Deportivo Jesús Menéndez, aseguró la emisora.

Marrero también dirigió otros equipos en el béisbol y el softbol para trabajadores y fue el primer director y diseñador de los planteamientos tácticos y ofensivos de Los Artilleros de Granma, representativo de la prensa en Cuba que atesora tres campeonatos en su Liga, añade la nota.

Desde que se supo la noticia, muchos han quedado impactados por la lamentable pérdida.

"La familia del béisbol en Granma lamenta la pérdida de Ramón Marrero Mendoza", dijo en Facebook el periodista Ibrahín Sánchez Carrillo.

"En lo personal, nos unió una gran amistad desde las aulas de Veguita 14 (preuniversitario Armando Mestre Martínez), donde cursamos el 10mo grado (1984-1985). EPD, que Dios te acoja en su santa gloria hermano", agregó.

"Una gran pérdida para Granma y para nuestro deporte, EPD amigo", dijo otro de sus admiradores.

"Lamentable pérdida para el Béisbol en Granma. Descansa en paz", agregó otra.

Otro de sus conocidos dijo que su muerte significaba un golpe para el deporte granmense, cubano y para la humanidad.

"Un gran entrenador, excelente persona, mi vecino en Pedro Pompa y también entrenador de mi hijo en el “beisbolito”. Llegue a sus familiares mis más sentidas condolencias, me uno al dolor y la pena que los embarga", sostuvo.

Otro de sus conocido expresó con sentido dolor: "Siempre lo recordaros exigente en el terreno, alegre, jodedor, inventor de fiestas, bebedor, cariñoso y familiar. En lo personal se me fue un hermano".

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