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Un grupo de manifestantes que protestaban por la desigualdad racial y contra la violencia policial se detuvo este viernes frente al restaurante La Bodeguita de Mima, del empresario cubano Fernando Martínez, en el centro de la ciudad de Louisville, Kentucky.
La protesta, convocada por activistas del movimiento Black Lives Matter, tenía como objetivo manifestarse contra la reciente decisión judicial que ha reducido los cargos a agentes policiales involucrados en la muerte de la afroamericana Breonna Taylor. Medios locales informaron de que se produjeron al menos 15 arrestos durante la manifestación.
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La marcha recorrió varias zonas de la ciudad coreando consignas antirracistas, y estuvo un rato detenida frente a La Bodeguita mientras los manifestantes gritaban "We won't forget!" ("¡No olvidaremos").
Martínez ya denunció el mes pasado que BLM está presionando a los dueños de negocios locales con demandas que parecen "tácticas de la mafia".
También se unió a una manifestación junto a otros miembros de la comunidad cubana, en rechazo a una lista de demandas del movimiento antirracista para mejorar la diversidad en los centros de trabajo y en la sociedad.
Según declaraciones del propio Martínez, a él y a otros empresarios les entregaron una misiva con la recomendación de ponerla en la puerta principal y la amenaza "Para que su negocio no se joda".
Entre otras demandas, la carta pedía que un mínimo del 23 por ciento del personal de los negocios fuera negro y que los propietarios compraran al menos el 23 por ciento de sus productos a empresas minoristas propiedad de personas negras.
Martínez llegó a Estados Unidos en una balsa a los 18 años, y ahora es dueño de La Bodeguita de Mima, restaurante-bar de comida y ron cubanos en el centro de Louisville, y socio del Grupo corporativo Ole Restaurant
En varias declaraciones y publicaciones en redes sociales ha rechazado los requerimientos del movimiento, que considera una forma de chantaje.
"Llega un momento en la vida que tienes que defenderte y tienes que demostrar realmente tus convicciones y en lo que crees. Todas las buenas personas deben denunciar esto. ¿Cómo puedes justificar [sic] la injusticia con más injusticia?", escribió en Facebook.
Tras sus declaraciones, miembros del BLM lo confrontaron frente a su nuevo restaurante en East Market Street, y lo acusaron de racista e intolerante. Asimismo, iniciaron un boicot en la red social contra los establecimientos del empresario.
El cubano declaró que no fue el único propietario de un negocio que recibió la carta y amenazas.
Días después, alrededor de 100 miembros de la comunidad cubana de la ciudad se reunieron frente a los restaurantes más nuevos de Martínez en el área conocida como NuLu para expresarle su respaldo.
El empresario aprovechó la reunión para aclarar que no está contra el movimiento BLM ni es intolerante, pero sí está en contra de las presiones.
"¿Cómo puedo ser llamado intolerante y racista cuando mi familia es negra? ¿Cuando mi hijo es gay? Soy el orgulloso padre de un hijo gay y voy a luchar por él contra cualquiera", declaró.
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